El año 2025 ha sido un periodo de contrastes para la economía mexicana. Aunque el crecimiento económico se ha visto claramente frenado, la inversión extranjera directa (IED) ha alcanzado cifras récord. Este vaivén de situaciones ha afectado a diversos sectores y ha delineado el futuro económico del país.
Uno de los aspectos más notorios ha sido la apreciación del peso mexicano. Al cierre del 30 de diciembre de 2025, el tipo de cambio era de 17.99 pesos por dólar, lo que representó una mejora de más del 16% en comparación con el inicio del año. Esta fortaleza de la moneda ha tenido tanto ventajas como desventajas para diferentes grupos dentro del país.
Impacto de la apreciación del peso
La subida del valor del peso ha tenido múltiples efectos en la economía. Para las familias mexicanas que dependen de remesas enviadas desde Estados Unidos, la conversión de dólares a pesos ha reducido su poder adquisitivo, ya que reciben menos pesos por cada dólar. Esto ha afectado su capacidad de compra y, en consecuencia, su calidad de vida.
De igual manera, los ciudadanos estadounidenses que residen en México han sentido el impacto, ya que sus ingresos en dólares se han vuelto menos valiosos en el mercado local. Aun así, la fortaleza del peso ha permitido a los importadores ofrecer productos extranjeros a precios más bajos, aunque esto depende de que se transmitan los ahorros al consumidor final.
Efectos en la inversión extranjera
Mientras tanto, el panorama para las empresas extranjeras que operan en México es más complicado. La apreciación del peso incrementa sus costos operativos en términos de dólares, lo que podría desincentivar nuevas inversiones en el país. Sin embargo, a pesar de este desafío, México ha logrado atraer una cantidad sin precedentes en inversión extranjera directa, con un total de 40.9 mil millones de dólares en los primeros nueve meses de 2025, un aumento del 14.5% respecto al año anterior.
Plan México y sus implicaciones
El lanzamiento de la iniciativa Plan México en enero marcó un hito en la administración del presidente Claudia Sheinbaum. Este plan tiene como objetivo convertir a México en la décima economía más grande del mundo para 2030, disminuyendo la dependencia de importaciones, incentivando la producción local y generando 1.5 millones de nuevos empleos. La estrategia recibió un impulso adicional en abril con el anuncio de 18 programas y acciones relacionadas, que buscan acelerar la construcción de infraestructura y aumentar la producción de bienes críticos.
A pesar de las metas ambiciosas, la implementación del Plan México no está exenta de retos. La protección de la industria local mediante aranceles más altos a las importaciones, especialmente de países como China, es un tema delicado que ha generado tensiones diplomáticas y comerciales. El gobierno mexicano se enfrenta a la difícil tarea de equilibrar la protección de su economía interna sin alienar a sus socios comerciales clave.
Retos en el sector financiero
En un giro dramático, en junio se reveló que tres instituciones financieras mexicanas fueron acusadas de lavar dinero para carteles de narcóticos por parte de la FinCEN de Estados Unidos. La falta de evidencia concreta no impidió que CIBanco, Intercam y Vector cesaran operaciones, dejando a muchos de sus clientes en una situación precaria. Este incidente subraya la influencia que puede ejercer el gobierno estadounidense sobre el sistema financiero mexicano y sus implicaciones para la confianza en el sector.
El futuro económico de México
Con la economía mexicana creciendo solo un 0.4% en los primeros nueve meses de 2025, queda claro que los desafíos son significativos. La contracción del sector secundario, que incluye la manufactura y la construcción, ha sido un factor clave en esta desaceleración. A pesar de que el empleo se mantiene relativamente bajo, la preocupación persiste por el aumento en la informalidad laboral, que alcanzó un 55.4% de los trabajadores en el tercer trimestre.
De cara al futuro, el país debe centrarse en fortalecer su crecimiento económico, aprovechando el aumento de la inversión extranjera y gestionando eficazmente su política comercial. La relación con Estados Unidos y la implementación de políticas que fomenten un entorno de inversión favorable serán cruciales para que México logre sus objetivos económicos en el corto y mediano plazo.


