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La situación actual de la cosecha de caña de azúcar
La cosecha de caña de azúcar para el ciclo 2025/26 en el centro-sur de Brasil se prevé que sea ligeramente inferior a la actual.
Esto se debe a varios factores, entre ellos, la sequía que afectó la región a mediados del año pasado y los incendios que devastaron campos en el interior de São Paulo durante el segundo semestre. Según la consultora Datagro, la producción oficial comenzará el 1 de abril y se estima que alcanzará 612 millones de toneladas, lo que representa una disminución del 1,4% en comparación con las 621 millones de toneladas de la temporada 2024/25.
Impacto de los incendios y la sequía
Los incendios que azotaron el estado de São Paulo, especialmente entre agosto y septiembre del año pasado, han tenido un impacto significativo en la producción. Un estudio de la Organización de Asociaciones de Productores de Caña de Brasil (Orplana) reveló que 263 mil hectáreas de caña fueron afectadas en el interior paulista.
Sumando las áreas dañadas en otros estados como Minas Gerais, Goiás, Mato Grosso y Mato Grosso del Sur, más de 400 mil hectáreas sufrieron las consecuencias de las quemas, lo que resultó en pérdidas de aproximadamente R$ 2,67 mil millones.
Esto ha llevado a la industria a no alcanzar los niveles de producción de azúcar esperados.
El futuro del sector azucarero y etanol
A pesar de las previsiones de una ligera disminución en la cosecha, el sector de azúcar y etanol sigue siendo crucial para la economía brasileña.
En el último año, el agronegocio generó un saldo de US$ 123 mil millones en la balanza comercial, con exportaciones que alcanzaron los US$ 165 mil millones. Sin la contribución de este sector, la balanza comercial habría sido deficitária en US$ 64 mil millones. Además, el etanol juega un papel fundamental al evitar la importación de gasolina, lo que podría haber llevado a un saldo negativo de US$ 79 mil millones. Las lluvias de marzo y abril serán determinantes para el volumen de caña disponible en el centro-sur del país, donde se concentra la mayor parte de la producción brasileña.