El exjugador de la NFL, Phillip Adams, asesinó a seis personas antes de acabar con su vida, en Rock Hill (Carolina del Sur, EEUU). La investigación determinó que el deportista sufría encefalopatía traumática crónica (ETC), es un padecimiento atribuido a traumatismos repetidos en la cabeza y sus respectivas conmociones.
La enfermedad del deportista
El daño cerebral se reveló en la autopsia, al parecer Phillip Adams, durante los 20 años que estuvo jugando en la NFL, sufrió varias lesiones en la cabeza, mismas que confirmó la familia. Según Sabrina Gast, la familia de Adams alertó de que el ‘excornerback’ había sufrido «varias conmociones cerebrales» durante su etapa en la NFL entre 2010 y 2015.
El diagnóstico de encefalopatía traumática crónica (ETC) de etapa 2, reconoció la doctora Ann McKee, quien examinó el cerebro del exdeportista.
Las víctimas del exjugador
Adams, asesinó al médico Robert Lesslie, de su esposa, Barbara, y de dos de sus nietos; también cobró la vida de dos empleados que trabajaban en la residencia de los Lesslies.
Y, luego se disparó. Por tanto, al ingresar las autoridades a la propiedad encontraron los cuerpos en diferentes sitios de la casa.
La investigación además de reportar el estado de salud en el que se encontraba el exjugador al momento de la masacre, también, determinó que en reiteradas ocasiones la familia notificó el comportamiento agresivo.
«Hay indicios de que tenía evidentes problemas de comportamiento y cognitivos», explicó McKee. «No creo que fue algo repentino. Da la impresión que fue una discapacidad que se fue agravando. Estaba cada vez más paranoico, estaba teniendo más dificultades con su memoria y su conducta era cada vez más impulsiva.
Quizás no se pudo identificar, pero no fue algo que pasó de la nada».
La doctora, agregó que la enfermedad que padecía Phillip Adams, cuenta con cuatro etapas, con la 4 como la más grave y a la que se le asocia con la demencia. Por lo que no era consciente de lo que hizo.
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