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El llamado a la movilización
El Frente Sindical de Universidades Nacionales ha convocado a un paro de 48 horas que se llevará a cabo el 17 y 18 de marzo. Esta decisión surge como respuesta a las políticas educativas del Gobierno de Javier Milei, que han sido catalogadas como un «impacto devastador» en el sector universitario.
Los gremios docentes y no docentes, que ya habían protagonizado otras huelgas, se unen nuevamente para exigir cambios significativos en el financiamiento y las condiciones laborales dentro de las universidades públicas.
Salarios y financiamiento insuficientes
Uno de los puntos más críticos que se abordará durante estas jornadas de protesta es el aumento salarial otorgado por la Subsecretaría de Políticas Universitarias (SSPU).
En enero, el incremento fue de apenas un 1,5% y en febrero de un 1,2%, cifras que quedan muy por debajo del índice de inflación actual. Esta situación ha generado un descontento generalizado entre los docentes, quienes consideran que sus salarios no reflejan el costo de vida y las necesidades básicas.
El contexto de la protesta
La falta de una ley de presupuesto para el 2025 ha dejado a las universidades en una situación precaria, sin un horizonte claro para el financiamiento de proyectos académicos, investigación y programas de becas. Según CONADU, uno de los gremios que participará en la huelga, esta incertidumbre pone en riesgo el funcionamiento básico de las instituciones educativas.
La movilización del 17 y 18 de marzo no solo es un llamado a la acción, sino también una forma de visibilizar la crisis que atraviesan las universidades nacionales.
Movilizaciones anteriores y apoyo político
La comunidad educativa ha mostrado su descontento en múltiples ocasiones.
La primera Marcha Federal Universitaria se realizó el 23 de abril del año pasado, con una masiva participación de docentes y estudiantes, así como de referentes de diversos espacios políticos. La segunda marcha tuvo lugar el 2 de octubre, justo antes de que se confirmara el veto de Milei a la ley de financiamiento universitario. Estas movilizaciones han sido fundamentales para mantener la presión sobre el gobierno y exigir respuestas concretas a las demandas del sector.