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La CGT se alza contra el gobierno
En un contexto de creciente tensión social y política, la Confederación General del Trabajo (CGT) ha decidido llevar a cabo un paro general de 24 horas en Argentina. Este anuncio, realizado por Héctor Daer, cosecretario de la CGT, se produce un día después de violentos incidentes durante una marcha frente al Congreso de la Nación.
La fecha prevista para esta movilización es el jueves 10 de abril, un momento clave que refleja el descontento de los trabajadores con la administración de Javier Milei.
Motivos detrás del paro
La decisión de la CGT no es casual.
En las últimas semanas, la central obrera ha endurecido su postura contra el gobierno, evidenciando una creciente preocupación por las políticas implementadas que afectan a los trabajadores. Durante el primer congreso de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), Daer enfatizó la necesidad de pensar en política y de unirse para enfrentar los desafíos actuales.
La CGT busca no solo visibilizar sus demandas, sino también construir un frente común con otros sectores sociales que se sienten amenazados por las decisiones del gobierno.
Reacciones y expectativas
La convocatoria ha generado diversas reacciones entre los líderes sindicales y los trabajadores.
Algunos, como Octavio Argüello, cosecretario de la CGT, han señalado que “el tiempo está llegando” para tomar medidas de fuerza. Por su parte, Alejandro “Peluca” Gramajo, secretario general de la UTEP, criticó la respuesta del gobierno a los conflictos sociales, sugiriendo que la violencia no es la solución.
Con más de 400 representantes de diversas provincias presentes en el congreso, la unidad y la organización se han convertido en pilares fundamentales para enfrentar el contexto adverso.
Un futuro incierto
A medida que se acerca la fecha del paro, las expectativas crecen. La CGT ha dejado claro que este movimiento no es solo una respuesta a la situación actual, sino un llamado a la acción para todos los trabajadores. La movilización busca defender los derechos de los jubilados, oponerse al nuevo endeudamiento con el FMI y fortalecer la economía popular. En un país donde la desigualdad y la pobreza son cada vez más evidentes, la lucha de la CGT se convierte en un símbolo de resistencia y esperanza para muchos.