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Paloma Valencia, nacida el 19 de enero de 1978 en Popayán, Cauca, se ha convertido en un nombre destacado en la política colombiana. Como abogada y senadora, su trayectoria está marcada por un profundo compromiso con los ideales del Centro Democrático, el partido de Álvaro Uribe. Criada en el seno de familias influyentes, Valencia ha sabido capitalizar su legado para posicionarse como una de las candidatas presidenciales más relevantes del país.
Desde sus inicios, Valencia ha estado rodeada de un ambiente político que ha moldeado su visión y objetivos. Su abuelo, el expresidente Guillermo León Valencia, fue una figura prominente en la historia política de Colombia, lo que le ha otorgado a Paloma un trasfondo considerable en el ámbito público. Esto le ha permitido desarrollar una plataforma enfocada en las necesidades de los colombianos y en la defensa de valores que considera esenciales.
Presentación de la lista del Centro Democrático
En un evento en Bogotá, Paloma Valencia realizó la presentación oficial de la lista del Centro Democrático para la Cámara de Representantes. En su discurso, enfatizó el compromiso del partido con la unidad y la colaboración, destacando la importancia de fortalecer la representación del uribismo en la capital. Valencia describió a su equipo como “sólido, preparado y comprometido con las necesidades reales de la ciudadanía”.
Un equipo preparado para el reto
Entre los miembros destacados de esta lista se encuentra Daniel Briceño, a quien Valencia considera un líder con principios y una vocación de servicio. La senadora expresó su confianza en que Briceño desempeñará un papel crucial en la Cámara de Representantes. “El uribismo está más vivo que nunca en Bogotá”, afirmó, reafirmando la determinación del partido de continuar eligiendo a los mejores colombianos para representarlos.
Posibles alianzas y futuro político
En un contexto político marcado por la búsqueda de alianzas, Paloma Valencia ha mostrado disposición para unirse a la Gran Consulta por Colombia, compuesta por varios candidatos de la derecha. Este grupo busca un candidato único para las elecciones presidenciales y ha extendido una invitación a Valencia, quien ha indicado que considerará esta opción en consulta con su partido.
Un enfoque hacia el futuro
Valencia ha manifestado su interés en formar parte de esta alianza, resaltando la necesidad de unidad entre las fuerzas de derecha para enfrentar el desafío que representa el candidato de la izquierda, Iván Cepeda. En sus declaraciones, ha subrayado que la consolidación de una estrategia común podría ser clave para obtener una mayor representación y poder competir efectivamente en las elecciones.
A pesar de que su popularidad en las encuestas es moderada, con alrededor del 2% de intención de voto, la influencia de Valencia no debe subestimarse. Como senadora desde 2014 y aliada de Uribe, su cercanía con el exmandatario le proporciona un respaldo significativo en el panorama político colombiano. Además, su enfoque menos radical en comparación con otros miembros de su partido le permite atraer a sectores más amplios del electorado.
Una figura en evolución
La trayectoria de Paloma Valencia es un reflejo de la evolución del uribismo y su adaptabilidad a los cambios en la política colombiana. En las últimas semanas, ha coincido con otros aspirantes en la búsqueda de un discurso que trascienda el antipetrismo, intentando abordar temas de interés nacional más amplios. Su capacidad para articular un mensaje que conecte con las preocupaciones de los ciudadanos podría ser determinante en su campaña.
En conclusión, Paloma Valencia se posiciona como una figura clave dentro del panorama político colombiano, con un potencial significativo para influir en el futuro del país. Su experiencia, compromiso y conexión con el legado del uribismo son herramientas que, si se manejan adecuadamente, podrían llevarla a alcanzar sus ambiciones presidenciales.
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