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La creciente preocupación por el fraude energético
En Colombia, el fraude energético se ha convertido en un problema significativo que afecta tanto a las empresas proveedoras como a los consumidores. Este fenómeno no solo implica pérdidas económicas para las compañías, sino que también repercute en el servicio que reciben los usuarios.
Con el objetivo de mitigar esta situación, Afinia ha implementado operativos nocturnos que buscan detectar y erradicar prácticas ilegales relacionadas con el consumo de energía.
Operativos nocturnos: una estrategia efectiva
Los operativos nocturnos de Afinia se han diseñado para ser más que una simple medida de control.
Estos operativos, que se llevan a cabo en diferentes regiones del país, permiten a los equipos de trabajo realizar inspecciones exhaustivas en áreas donde se ha detectado un alto índice de fraude. Durante estas intervenciones, se utilizan tecnologías avanzadas que facilitan la identificación de conexiones ilegales y manipulaciones en los medidores de energía.
La empresa ha invertido hasta 2,9 billones en mejorar su infraestructura y en la capacitación de su personal, lo que ha permitido que estos operativos sean más efectivos. Además, la colaboración con las autoridades locales ha sido fundamental para garantizar la seguridad de los operativos y la correcta ejecución de las acciones.
Impacto en la comunidad y el medio ambiente
Más allá de las pérdidas económicas, el fraude energético tiene un impacto directo en la comunidad y el medio ambiente. Las conexiones ilegales no solo generan un consumo desmedido de energía, sino que también pueden provocar accidentes y daños a la infraestructura eléctrica.
Con los operativos nocturnos, Afinia busca no solo recuperar las pérdidas, sino también educar a la comunidad sobre la importancia de un consumo responsable y legal de energía.
La empresa ha comenzado a implementar campañas de concienciación que acompañan a los operativos, donde se informa a los ciudadanos sobre los riesgos del fraude y se les invita a reportar cualquier actividad sospechosa. Esta estrategia busca crear un sentido de responsabilidad compartida entre la empresa y la comunidad, fomentando un ambiente de colaboración en la lucha contra el fraude energético.