En un esfuerzo por combatir el creciente problema de fraudes bancarios, la Policía Federal de Brasil ha lanzado una masiva operación denominada Operación Pena Certa en São Paulo. La acción, llevada a cabo el 29 de octubre, se centra en desmantelar un grupo delictivo que ha estado engañando a los correntistas mediante sofisticadas técnicas de fraude.
Detalles de la operación
La Policía Federal ha movilizado aproximadamente 80 agentes para esta intervención, la cual incluye órdenes de búsqueda y captura en diversas localidades de São Paulo y Guarulhos. Estos mandatos fueron emitidos por la 1ª Vara Federal de São José do Rio Preto. La investigación se centra en cómo este grupo criminal aplicaba técnicas engañosas para robar información a los usuarios de servicios bancarios.
Métodos utilizados por los delincuentes
Los estafadores se especializaban en la instalación de dispositivos fraudulentos en los cajeros automáticos y operaban una central de atención que se hacía pasar por un banco legítimo. A través de esta fachada, lograban acceder a información sensible de sus víctimas, ocasionando significativos perjuicios económicos tanto a individuos como a instituciones financieras.
Crecimiento de fraudes bancarias
El aumento en el uso de aplicaciones móviles y canales digitales ha facilitado el acceso a servicios bancarios, al tiempo que ha generado un terreno fértil para nuevas modalidades de engaño. La Federação Brasileira de Bancos (Febraban) reporta un alarmante incremento del 80% en los fraudes digitales en el último año, con un perfil de víctimas que se ha diversificado, afectando incluso a usuarios con un buen nivel de educación y conocimientos tecnológicos.
Impacto financiero de las estafas
De acuerdo con los datos de Febraban, las pérdidas ocasionadas por fraudes en canales electrónicos y tarjetas de crédito han escalado de R$ 8,6 mil millones en a R$ 10,1 mil millones en, lo que representa un crecimiento del 17%. En particular, las estafas realizadas a través del sistema PIX han aumentado un 43%, acumulando pérdidas de aproximadamente R$ 2,7 mil millones. Este panorama ha llevado a los bancos a invertir alrededor de R$ 5 mil millones anuales en medidas de seguridad tecnológica.
Consecuencias y futuras medidas
Las instituciones financieras están intensificando sus esfuerzos no solo en la implementación de campañas educativas para concienciar a los usuarios sobre los riesgos, sino también en la adopción de nuevas tecnologías para prevenir el fraude. Esto incluye la mejora de sus sistemas de seguridad y la vigilancia constante de las transacciones.
El perfil de las víctimas
Entre las víctimas de fraudes, se ha observado que los ancianos son los más vulnerables, perdiendo en promedio R$ 4.820 por cada fraude sufrido. Este segmento representa un 30,8% de los casos reportados. En contraste, los jóvenes de 18 a 24 años sufren pérdidas significativamente menores, alrededor de R$ 964. Las estafas más comunes involucran engaños en aplicaciones de mensajería donde los delincuentes se hacen pasar por familiares.
La Policía Federal y las entidades bancarias continúan su lucha contra el fraude bancario, con la esperanza de que acciones como la Operación Pena Certa puedan mitigar los efectos de estas estafas que afectan a la sociedad brasileña.



