Cuando la madre de Noah se hizo las primeras pruebas en el ginecólogo, llegó la noticia que ninguna madre quiere oír. El bebé que llevaba en brazos había desarrollado una grave afección que redujo su desarrollo cerebral y le hizo nacer sin cerebro. Nacido con sólo el 2% de su cerebro, Noah no tenía ninguna esperanza.
Niño nació «sin» cerebro, pero ahora está sano. La madre: «Me dijeron que abortara»
Al menos según los médicos. Como se ha dicho, el niño había desarrollado una rara complicación de la espina bífida. Su cráneo estaba lleno de líquido, apretando su cerebro hacia abajo y convirtiéndolo en una «delgada astilla de tejido». A sus padres, Shelly y Rob, del condado de Cumbria, les aconsejaron cinco veces que abortaran. Se negaron a hacerlo. Tras su nacimiento, a Noah se le cerró una herida abierta en la espalda y se le instaló una derivación para drenar el líquido del cerebro.
Con el paso de los días, la pareja se dio cuenta de que las predicciones de los médicos eran erróneas y lo llevó al hospital para una revisión, descubriendo que el cerebro del niño se estaba desarrollando. Cuando cumplió 3 años, el chequeo cerebral mostró que el cerebro del niño se había desarrollado en un 80% del de un compañero no afectado. Desde entonces, Noah no ha dejado de sorprender a pediatras y neurólogos. Su cerebro empezó a desarrollarse y hoy, seis años después, Noah es un niño sonriente y hablador que aprende a contar, a leer y a escribir y a socializar.
«Elegimos Allonby porque es una escuela muy pequeña con clases muy reducidas. – La madre de Noah dijo – Esto le ayudará, aunque de momento sigue teniendo miedo a los ruidos fuertes, a menudo se tapa los oídos cuando oye hablar a mucha gente. Quería que tuviera una opción, quería llevarlo a una escuela convencional, pero Allonby será perfecto para él». «Si quiere ir dos días a la semana, no se lo voy a impedir. Noah está muy emocionado: tiene sus lápices, sus libros, su bolsa de lectura y su bolsa de almuerzo. Incluso tiene su equipo deportivo y dice que quiere intentar jugar al fútbol con sus compañeros».
Recordando el día en que nació Noah, la señora Wall dijo: «El día en que nació fue increíble. Le esperamos con la respiración contenida. Aquel día había 12 médicos en el quirófano mientras los expertos practicaban la cesárea, pero cuando vino al mundo hubo una señal: «Soltó un grito increíble». El suceso ocurrió en Abbeytown, en Cumbria, Inglaterra.
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