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El frío extremo en España
Cuando pensamos en España, la mayoría de nosotros imagina un clima cálido y soleado. Sin embargo, hay rincones del país donde el frío se convierte en protagonista. Uno de estos lugares es Molina de Aragón, un pequeño pueblo en la provincia de Guadalajara que se ha ganado el título de ser el más frío de España.
Con temperaturas que han llegado a descender hasta -30 ºC, este lugar es un verdadero fenómeno climático que atrae la atención de meteorólogos y turistas por igual.
Un triángulo helado
Molina de Aragón forma parte de un conocido “Triángulo del frío” junto a otros dos pueblos: Fuentes Claras y Calamocha.
Esta región, a menudo apodada la “Siberia española”, se caracteriza por su altitud y su ubicación geográfica, lo que la hace vulnerable a las bajas temperaturas. En este triángulo, los registros de temperaturas extremas son comunes, y cada invierno se convierte en un espectáculo de hielo y nieve que fascina a los visitantes.
Historia y patrimonio
Más allá de su clima gélido, Molina de Aragón también destaca por su rica historia. Su castillo, el segundo más grande de España, es un testimonio de la importancia estratégica de la zona desde la época medieval.
Construido en el siglo XII, este imponente edificio ha sido testigo de numerosos eventos históricos y ofrece una vista panorámica impresionante del pueblo y sus alrededores. La fortaleza, rodeada de murallas, incluye la famosa Torre de Aragón, que se alza sobre el castillo árabe original, añadiendo un toque de misterio a su ya fascinante historia.
Turismo en Molina de Aragón
El turismo en Molina de Aragón no solo se centra en su clima extremo, sino también en su patrimonio cultural. Los visitantes pueden explorar el castillo y aprender sobre su historia, así como disfrutar de actividades al aire libre en un entorno natural impresionante. La combinación de frío, historia y belleza natural hace de este pueblo un destino único para aquellos que buscan una experiencia diferente en España. Además, la calidez de sus habitantes contrasta con las bajas temperaturas, ofreciendo una hospitalidad que hace que cada visitante se sienta como en casa.