En la sede del Banco Central de Argentina, los operadores del mercado de divisas realizan una labor crucial cada día: evitar que el peso sufra oscilaciones excesivas. En los últimos meses, han logrado mantener una estabilidad relativa, con una caída de menos del uno por ciento en noviembre, el mes más tranquilo del año para esta moneda, que ha enfrentado grandes desafíos en los mercados emergentes.
A medida que Javier Milei asume un papel más activo en la política monetaria, el Banco Central se prepara para desempeñar un rol más marcado en la acumulación de reservas. Esta tarea ha sido postergada durante sus dos primeros años de mandato, pero ahora se vuelve esencial en su estrategia económica. Sin embargo, no se trata solo de comprar dólares; se trata de encontrar un equilibrio que no despierte alarmas entre los inversores.
La estrategia de Milei para el manejo del peso
Con la intención de acumular reservas sin provocar una depreciación significativa del peso, el equipo de Milei planea adquirir hasta un cinco por ciento del volumen de operaciones diarias en el mercado de divisas argentino. Con volúmenes de negociación que rondan los 300 millones de dólares diarios, es probable que las intervenciones del gobierno se realicen a través de operaciones bloqueadas, comprando dólares directamente de las instituciones sin inyectar pesos en circulación.
Operaciones fuera del mercado y su impacto
Un ejemplo claro de esta estrategia se observó recientemente cuando el Tesoro argentino adquirió 320 millones de dólares fuera del mercado, superando el volumen de transacciones del día. Esta maniobra está relacionada con los próximos pagos de bonos que Argentina debe cumplir, por un total de 4.5 mil millones de dólares en enero. Según el gobernador del Banco Central, Santiago Bausili, estas compras son indispensables para mantener la estabilidad financiera del país.
Hasta el 12 de diciembre, las reservas netas del Tesoro se habían incrementado a 1.7 mil millones de dólares, gracias a la adquisición de divisas y la emisión de bonos locales. Con la reciente compra, el total se acerca a los 2 mil millones, aunque aún queda una brecha significativa para cubrir las obligaciones de deuda de enero.
Riesgos de inflación y volatilidad
A pesar de los esfuerzos del gobierno para controlar el tipo de cambio, la economía argentina enfrenta el riesgo de una mayor inflación. Actualmente, el índice de precios al consumidor muestra un aumento preocupante, alcanzando un 31.4 por ciento anual. En este contexto, Milei busca aplanar la curva de inflación, un desafío constante desde su llegada al poder, especialmente después de que el índice tocara cifras alarmantes superiores al 200 por ciento durante el mandato anterior.
La dualidad económica de Argentina
La peculiaridad de la economía argentina, donde los ciudadanos ahorran en dólares pero ganan y gastan en pesos, crea un ambiente de volatilidad que puede perjudicar la demanda de pesos y fomentar una fuga hacia el dólar. Este fenómeno complica aún más los objetivos de Milei de estabilizar la inflación, que actualmente se sitúa en un 31 por ciento anual. Con la estrategia de permitir que el rango de fluctuación del peso se amplíe, el Banco Central podría desatar más incertidumbre en el mercado.
Analistas como Walter Stoeppelwerth advierten que la única herramienta disponible para anclar la inflación es el tipo de cambio, especialmente en un contexto donde se busca reducir las tasas de interés. La combinación de la compra de divisas y la posible expansión de la fluctuación del peso puede resultar en un aumento de precios que contradiga los esfuerzos de Milei por estabilizar la economía.
Para mitigar la presión inflacionaria, el gobierno recurre a operaciones fuera del mercado de divisas, comprando directamente a bancos comerciales y emisores de deuda. Esto permite a las instituciones evitar las oscilaciones bruscas que pueden ocurrir en el mercado, garantizando un precio fijo por la venta de dólares.
Reflexiones sobre la nueva política económica
Con el objetivo de acumular reservas, Milei enfrenta el desafío de mantener la calma en el mercado de divisas. La reciente oleada de emisiones de deuda corporativa y provincial, tras su victoria electoral, ha sido un alivio necesario para la liquidez de dólares en el país. Sin embargo, el plan de Milei debe equilibrar la necesidad de crecimiento económico con la contención de la inflación y la acumulación de reservas para enfrentar los próximos pagos de deuda.
