Milei se alista para reconfigurar su gabinete tras las elecciones: ¿qué cambios podemos esperar?

Con el cierre de la campaña electoral y las elecciones legislativas programadas para este domingo, el presidente Javier Milei ha dejado claro que se avecinan cambios significativos en su gabinete. En una reciente entrevista, afirmó: “De cara a la segunda mitad de este mandato, reorganizaré el gabinete para alcanzar los objetivos de las reformas de segunda generación”. Esta declaración ha despertado interrogantes sobre el rumbo que tomará su administración.

El anuncio de una reestructuración ministerial ha generado especulaciones sobre si las modificaciones responderán únicamente a su agenda o si estarán influenciadas por un posible mal desempeño electoral. Además, surge la cuestión de hasta qué punto está dispuesto a negociar el poder político para superar su actual debilidad parlamentaria.

Posibles cambios en el gabinete

Uno de los nombres más mencionados en este contexto es Santiago Caputo, asesor político y estratega de Milei. Se espera que Caputo asuma un rol más visible, posiblemente como jefe de gabinete, en caso de que el presidente decida consolidar su poder interno y estrechar su círculo de confianza.

Departuras confirmadas

Se anticipa que el ministro de Relaciones Exteriores, Gerardo Werthein, dejará su cargo tras enfrentar tensiones internas y la presión internacional. Se rumorea que Guillermo Francos, actual jefe de gabinete, podría ser trasladado a Relaciones Exteriores, aprovechando su experiencia diplomática. Otros aliados de Milei, como Luis Juez y Rodrigo de Loredo, también están en la lista de posibles interlocutores clave para fortalecer el apoyo legislativo y provincial.

En el ámbito de la Justicia, parece inminente la salida de Mariano Cúneo Libarona. Los nombres que suenan como posibles reemplazos incluyen a Guillermo Montenegro, actual alcalde de General Pueyrredón, quien cuenta con una buena imagen pública y respaldo del PRO, y a Sebastián Amerio, un abogado cercano a Caputo que tiene un perfil más técnico.

Ministerios en la cuerda floja

En cuanto a los ministerios de Seguridad y Defensa, se prevén cambios significativos. La ministra Patricia Bullrich dejará su puesto para asumir un escaño en el Senado. Para ocupar su lugar, se menciona a Alejandra Monteoliva, exjefa de la Policía Federal, quien es vista como una figura capaz de mantener el enfoque de orden que Bullrich promovió.

El futuro del ministro del Interior, Lisandro Catalán, también es incierto. Aunque ha mantenido buenas relaciones con Milei, su posición podría peligrar si Francos es promovido a Relaciones Exteriores. Este ministerio es crucial para las relaciones con los gobernadores provinciales y el Congreso, por lo que su reestructuración podría llevar a un nombramiento más político o, por el contrario, a uno más administrativo.

El caso de la economía

El actual ministro de Economía, Luis ‘Toto’ Caputo, también podría enfrentar cambios en su rol. A pesar de contar con el respaldo del presidente, algunos miembros del gobierno sugieren que podría ser necesaria una figura con mayor perfil político para facilitar la implementación de la segunda oleada de reformas en el Congreso.

Por otro lado, Federico Sturzenegger, encargado de la modernización del estado y la deregulación, es considerado uno de los pilares del gobierno y un arquitecto clave del programa de reformas estructurales.

Estabilidad en algunos ministerios

En contraste, se espera que Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano, continúe al frente de su “súper ministerio” que abarca Desarrollo Social, Trabajo y Educación, siendo una de las figuras más respetadas dentro del gabinete de Milei. Asimismo, Mario Lugones, ministro de Salud, permanecerá en su puesto, siendo parte del núcleo de gestión efectiva que mantiene un buen desempeño.

El anuncio de una reestructuración ministerial ha generado especulaciones sobre si las modificaciones responderán únicamente a su agenda o si estarán influenciadas por un posible mal desempeño electoral. Además, surge la cuestión de hasta qué punto está dispuesto a negociar el poder político para superar su actual debilidad parlamentaria.0