En un giro inesperado en la campaña electoral, el presidente Javier Milei ha decidido retirarse de sus esfuerzos en la provincia de Buenos Aires, la mayor arena electoral de Argentina. Este cambio se produce a solo días de las cruciales elecciones de medio término, ya que Milei busca concentrar su energía en territorios más favorables como Córdoba y Rosario.
A sus 54 años, Milei tomó esta decisión durante una reunión de fin de semana en la residencia de Olivos. Su retirada significa que ahora la responsabilidad recae sobre el candidato Diego Santilli para navegar la última semana antes de que los votantes acudan a las urnas el domingo.
Cambio en el panorama de campaña
La salida de Milei de la campaña en Buenos Aires señala un cambio significativo en su estrategia. El presidente había planeado inicialmente realizar un mitin en Ezeiza el miércoles, pero ha cancelado este y otros eventos en la provincia gobernada por Axel Kicillof. Esta retirada inesperada plantea interrogantes sobre la posición del partido oficialista, ya que los datos de las encuestas indican una considerable brecha entre las dos facciones principales.
Perspectivas de las encuestas
Las encuestas recientes realizadas por Proyección Consultores destacan la difícil batalla que enfrenta La Libertad Avanza. Entre el 8 y el 14 de octubre, la encuesta reveló que la coalición opositora, Fuerza Patria, lidera con aproximadamente 42.3 por ciento de los votos en la provincia de Buenos Aires, mientras que La Libertad Avanza se queda atrás con cerca de 31.5 por ciento.
A nivel nacional, los libertarios tienen una ligera ventaja con 36.4 por ciento en comparación con el 34 por ciento de Fuerza Patria. Sin embargo, las opiniones sobre el desempeño de Milei son poco favorables, con un 60.8 por ciento de los residentes en Buenos Aires expresando descontento con su liderazgo. Curiosamente, el 53.1 por ciento también mostró desaprobación hacia Kicillof, lo que indica un electorado profundamente polarizado.
Desafíos para La Libertad Avanza
La tumultuosa campaña de La Libertad Avanza ha estado marcada por controversias, incluyendo la renuncia de su candidato original, José Luis Espert, en medio de acusaciones que lo vinculan a un presunto narcotraficante. Este incidente ha sacudido los cimientos del partido, obligándolos a reemplazar a la segunda candidata, Karen Reichardt, por Santilli del partido aliado PRO, anteriormente liderado por el ex-presidente Mauricio Macri.
Retirada estratégica en medio de protestas
Con protestas estallando en diversas localidades, incluyendo Lomas de Zamora y Mar del Plata, el equipo de Milei enfrentó crecientes dificultades, lo que llevó a la cancelación de varios mitines de última hora. Los analistas políticos sugieren que esta retirada refleja el reconocimiento de Milei sobre el potencial de cometer más errores no forzados. Al dar un paso atrás, busca evitar agravar la situación mientras se concentra en provincias donde todavía cuenta con un sólido apoyo.
Tras su salida, la campaña estará ahora bajo la dirección de Santilli, quien liderará los esfuerzos en los cruciales días finales de las elecciones. Mientras tanto, Milei planea realizar dos últimas apariciones en Córdoba y Rosario antes de la veda electoral, cerrando así la campaña nacional de La Libertad Avanza.
Implicaciones de la inestabilidad financiera
Este giro estratégico ocurre en medio de crecientes preocupaciones sobre la inestabilidad financiera en el país. Además, circulan especulaciones sobre un posible cambio en el gabinete que podría resultar en la sustitución del ministro de Relaciones Exteriores Gerardo Werthein, lo que podría elevar al principal estratega de Milei, Santiago Caputo, a un rol formal en el gabinete.
Los acontecimientos que se desarrollan en la campaña y el panorama económico más amplio sugieren que Milei y su partido están en una encrucijada crítica mientras buscan consolidar su posición antes de las próximas elecciones.