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Una colaboración innovadora
En un movimiento que podría cambiar el panorama de la inteligencia artificial, Microsoft ha unido fuerzas con la startup suiza inait para desarrollar un modelo de IA que simula el razonamiento de los cerebros de mamíferos.
Esta colaboración se basa en más de dos décadas de investigación en neurociencia digital, con el objetivo de replicar la inteligencia biológica y mejorar las capacidades de la IA. Richard Frey, director ejecutivo de inait, enfatiza que su enfoque se centra en aprender de experiencias del mundo real, en lugar de depender únicamente de datos preexistentes.
Transformando industrias con IA cerebral
La asociación se enfocará en diversas áreas, incluyendo el sector financiero y la robótica. En el ámbito financiero, se desarrollarán algoritmos de negociación avanzados y herramientas de gestión de riesgos que prometen ofrecer un asesoramiento más personalizado.
Por otro lado, en la robótica, la tecnología de inait ayudará a crear máquinas industriales que se adapten mejor a entornos complejos y dinámicos. Adir Ron, director de nube y IA de Microsoft, destaca que esta iniciativa representa un nuevo paradigma en la IA, y que se aleja de los modelos tradicionales basados en datos.
Simulaciones cerebrales: el futuro de la IA
La tecnología de inait se basa en un proyecto de 20 años financiado por el gobierno suizo, que busca crear réplicas digitales precisas de los cerebros. Henry Markram, cofundador de inait, menciona que han desarrollado 18 millones de líneas de código para simular el cerebro de mamíferos, lo que podría aplicarse a otras especies, incluyendo humanos.
Esta nueva forma de IA tiene el potencial de ser más eficiente energéticamente y aprender más rápido que los modelos actuales. Sin embargo, la complejidad de replicar el cerebro humano presenta desafíos significativos.
Investigación y desarrollo continuo
La tecnología de simulación cerebral también se pondrá a disposición de investigadores a través del Open Brain Institute, lo que podría facilitar el estudio de condiciones neurológicas como el autismo. Los investigadores están ansiosos por construir sobre el conocimiento adquirido en proyectos anteriores, como el mapeo del cerebro de la mosca de la fruta. Estas iniciativas buscan crear un atlas de conectomas, que son los caminos de flujo de información entre las células neuronales. La capacidad de simular dinámicamente estos procesos podría ser crucial para entender cómo funciona el cerebro.