La situación actual entre Mercosur y la Unión Europea refleja la complejidad del comercio internacional. Mientras la UE intenta cerrar un acuerdo comercial con el bloque sudamericano, otros países muestran creciente interés por las riquezas minerales y el mercado de consumo de Sudamérica. Este contexto se ha intensificado debido a las tarifas impuestas por el expresidente estadounidense Donald Trump, lo que ha llevado a Mercosur a explorar nuevas rutas comerciales y alianzas.
El estancamiento de las negociaciones entre Mercosur y la UE, que llevan más de 25 años, ha provocado que líderes como el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva expresen su frustración. En una reciente cumbre de líderes de Mercosur, Lula enfatizó la necesidad de voluntad política por parte de la UE En su lugar, Mercosur está dispuesto a seguir adelante con otros socios comerciales.
Nuevas oportunidades comerciales para Mercosur
El interés de países como Japón, Canadá y los Emiratos Árabes Unidos por establecer relaciones comerciales con Mercosur ha aumentado considerablemente. Yasushi Noguchi, embajador japonés en Brasil, ha manifestado que Japón está observando de cerca el desarrollo del acuerdo con la UE, dado que las empresas japonesas compiten directamente con sus contrapartes europeas. Este interés por parte de Japón subraya la importancia estratégica que tiene Mercosur en el contexto global actual.
Resistencia en la UE
A pesar de los esfuerzos de Mercosur, la UE enfrenta divisiones internas que han ralentizado el progreso en las negociaciones. Las preocupaciones de los agricultores europeos, especialmente en países como Francia e Italia, han llevado a una nueva demora en el proceso. Estos países argumentan que permitir el acceso a la vasta industria agrícola de Sudamérica podría perjudicar a sus propios agricultores. Este dilema interno ha llevado a que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, cancele su visita a la cumbre donde se esperaba firmar el acuerdo.
Impacto económico del acuerdo Mercosur-UE
El potencial del acuerdo entre Mercosur y la UE es significativo, con proyecciones que indican un posible aumento del 0.7% en el PIB de los países de Mercosur y un 0.1% en la UE para 2040. Sin embargo, los beneficios no son solo económicos; el acuerdo también tiene implicaciones geopolíticas que podrían equilibrar el creciente dominio de China en la región. Un acuerdo exitoso crearía un mercado de aproximadamente 780 millones de consumidores, lo que podría incentivar la inversión europea en Sudamérica y fortalecer las industrias locales.
Mercosur en busca de nuevas alianzas
Ante la incertidumbre con la UE, Mercosur ha comenzado a diversificar sus relaciones comerciales. Este año, el bloque firmó un tratado de libre comercio con el EFTA, que incluye a Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein. Además, se espera que las negociaciones con los Emiratos Árabes Unidos y Canadá concluyan en 2026. También hay planes para iniciar diálogos con el Reino Unido, así como con Vietnam y El Salvador, lo que demuestra la voluntad de Mercosur de adaptarse y buscar nuevas oportunidades.
Mientras la UE se enfrenta a sus propios desafíos internos, Mercosur está decidido a avanzar en sus objetivos comerciales. El mensaje es claro: si la UE no puede cumplir con sus compromisos, otros socios están listos para ocupar ese espacio. La diversificación de alianzas y la búsqueda de nuevos acuerdos comerciales son ahora la prioridad para Mercosur en un contexto global cambiante.



