Savannah Brockhill, de 28 años, boxeadora amateur y guardia de seguridad en Keighley, West Yorkshire, que mató a la bebé Star Hobson, hija de su novia, Frankie Smith, fue condenada a cadena perpetua, con un mínimo de 25 años. El juez: «La corta vida de la niña estuvo marcada por la negligencia, la crueldad y las lesiones».
Mató a la hija de su novia a patadas y puñetazos, la joven de 28 años fue condenada a cadena perpetua
Savannah Brockhill, boxeadora amateur y guardia de seguridad, mató a la pequeña Star Hobson, hija de su prometida, Frankie Smith, fue condenada a cadena perpetua, con una pena mínima de 25 años.
Esto es lo que acaba de decidir el tribunal, tras anunciarse ayer el veredicto del juicio. Según los jueces, la niña sufrió «abusos, crueldad y lesiones» a manos de Brockhill durante semanas y murió de un paro cardíaco tras recibir puñetazos o patadas de la mujer.
La autopsia realizada al pequeño cuerpo reveló la presencia de lesiones cerebrales previas, huesos rotos, incluyendo costillas, tibia y cráneo, así como órganos internos.
La madre de la estrella Frankie Smith, de 20 años, también fue condenada a ocho años de prisión tras ser declarada culpable de causar o permitir la muerte de la niña.
Sin embargo, fue absuelta de asesinato y homicidio. Smith y Brockhill llevaban unos diez meses de relación cuando se produjo la muerte de Star. El juez Lambert dijo que la «corta vida de Star estuvo marcada por la negligencia, la crueldad y las lesiones».
A su madre le digo: esto es algo con lo que tendrás que vivir el resto de tu vida.
Antes de su muerte en septiembre de 2020, Star había sufrido abusos físicos durante meses. Sufrió una serie de lesiones infligidas en diferentes momentos, entre ellas una fractura en la espinilla causada por una «torsión forzada». Los primeros en dar la voz de alarma fueron los familiares de la niña, que se habían percatado de la existencia de moratones y arañazos en su cuerpo después de que su madre iniciara una relación con Brockhill.
Y no sólo eso. Los investigadores descubrieron después que las dos mujeres documentaban sus abusos con fotos y vídeos, compartiendo a veces en las redes sociales clips de la niña «agotada», con efectos visuales y música de fondo. Se podía oír a las mujeres reír mientras filmaban a Star cayendo de una silla o por las escaleras. Brockhill admitió más tarde que los encontraba divertidos. Los familiares dieron la voz de alarma al ver que algo iba mal, pero los servicios sociales cerraron el caso poco después.
El caso de Star conmovió a todo el Reino Unido y ayer, tras el veredicto, el Primer Ministro Boris Johnson tuiteó: «Lo que ha sucedido es impactante y desgarrador. Debemos proteger a los niños de estos crímenes bárbaros».
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