Martín Kazanietz, el arte del fútbol en las calles de Buenos Aires

Martín Kazanietz, mejor conocido como Gordopelota, es un artista argentino que ha encontrado en el graffiti una forma de expresar la cultura del fútbol barrial. Nacido en 1985 en Buenos Aires y criado en General Pico, su trayectoria artística ha estado marcada por una conexión profunda con el fútbol amateur, ese que se juega en las calles y parques, lejos del espectáculo comercial de las grandes ligas. Su obra, llena de humor y crítica, busca retratar la esencia del fútbol como un fenómeno social que une a las comunidades.

Los inicios de Gordopelota en el arte

Al principio, Martín no tenía un camino claro en el mundo del arte. A los 18 años, dejó su hogar en La Pampa y se mudó a Buenos Aires para estudiar cine, pero pronto cambió a diseño gráfico. Aunque el arte siempre había sido parte de su vida familiar, no fue hasta que conoció a un amigo graffiti artista que realmente comenzó a explorar su pasión. A partir de los 25 años, se dio cuenta de que el arte había estado presente en su vida desde la infancia, aunque lo había dado por sentado. Esta revelación lo llevó a dedicarse plenamente a su carrera artística, donde el graffiti se convirtió en su medio de expresión más auténtico.

El significado detrás del nombre Gordopelota

El apodo “Gordopelota” surgió de un apodo amistoso en su primer trabajo, gracias a su gran apetito. Este nombre, que inicialmente parecía una broma, se convirtió en su firma artística. Con el tiempo, muchos comenzaron a llamarlo “Gordito”, y decidió adoptar el apodo como su tag de graffiti. Aunque en ocasiones le parece un poco ridículo, ha aprendido a sentirse cómodo con esta identidad que le ha traído tanto reconocimiento.

Fútbol como cultura en Argentina

En Argentina, el fútbol es más que un simple deporte; es un elemento central de la identidad nacional. Para Gordopelota, el fútbol actúa como un pegamento social que une a las personas a lo largo de generaciones. Cada equipo de fútbol representa no solo una pasión deportiva, sino también una serie de códigos culturales y rivalidades que pueden definir un barrio. A través de su arte, Kazanietz captura esta complejidad, representando la diversidad y la riqueza del fútbol barrial, donde cada camiseta, cada grito de aliento, cuenta una historia única.

La esencia del fútbol amateur en su arte

El enfoque de Gordopelota en el fútbol amateur refleja su deseo de mostrar el lado menos glamuroso pero más auténtico del deporte. A menudo, los medios de comunicación se centran en la “industria” del fútbol, dejando de lado las historias de aquellos que juegan por amor al juego, en canchas llenas de tierra y sin las comodidades de un estadio profesional. Su arte busca destacar ese “lado B” del fútbol, donde la pasión, el desorden y la humanidad brillan con fuerza. En un mundo donde el fútbol se vuelve cada vez más comercial, su trabajo es un recordatorio de lo que hace al juego verdaderamente humano.

Diego Maradona y su influencia en el arte de Gordopelota

Diego Maradona, una figura icónica en el mundo del fútbol argentino, ha dejado una huella profunda en la obra de Martín. Maradona no solo fue un gran futbolista, sino que también simbolizaba la complejidad de la cultura argentina. Su imagen y legado aparecen con frecuencia en los murales de Gordopelota, que reflejan no solo su talento en el campo, sino también su conexión con el pueblo. Para Martín, Maradona es un emblema de la lucha y la pasión que caracteriza al fútbol argentino, y su espíritu se manifiesta en cada trazo de sus obras.

Interacciones significativas con el público

El muralismo permite a Gordopelota tener una conexión directa con la comunidad. Una de las experiencias más memorables ocurrió en el estadio de Rosario Central, donde un guardia de seguridad, entusiasmado por los rostros que estaba pintando, se convirtió en parte de su obra. Este tipo de interacción demuestra cómo el arte puede trascender el lienzo y convertirse en una experiencia compartida, donde la comunidad se siente parte del proceso creativo.

Desafíos y evolución del proceso artístico

Como artista, enfrentarse a condiciones inesperadas es parte del trabajo. Una de sus experiencias más desafiantes fue pintar en un edificio de siete pisos, donde la vertiginosa altura casi lo hizo desistir. Sin embargo, estas experiencias han enriquecido su enfoque artístico, llevándolo a valorar más el proceso y la interacción con su entorno. A medida que su carrera ha evolucionado, también lo ha hecho su relación con la comunidad, convirtiéndose en un componente esencial de su práctica artística.

El futuro del arte de Gordopelota

A medida que Martín continúa explorando el fútbol y su cultura, se muestra abierto a nuevas direcciones. Su vida en Viedma, un pequeño pueblo en el norte de Patagonia, le ofrece una perspectiva única que nutre su trabajo. Él busca un equilibrio entre el reconocimiento internacional que ha recibido y su compromiso con las raíces locales. En un mundo cambiante, Gordopelota está listo para adaptarse y evolucionar, manteniendo su esencia mientras explora nuevas formas de expresión artística.