El 14 de diciembre de 2025 se convierte en una fecha crucial para la generación Z en México, que ha decidido salir a las calles nuevamente en lo que han denominado la Marcha del Silencio por la Paz. Este evento, programado en al menos diez ciudades, busca protestar de manera pacífica contra la violencia que ha azotado al país. Los participantes, desde jóvenes hasta adultos, se vestirán de blanco y llevarán velas o flores, simbolizando su deseo de un entorno más seguro.
La convocatoria para esta marcha surge como respuesta a un reciente mitin celebrado en el Zócalo de la Ciudad de México, donde se denunciaron presuntos métodos de acarreo por parte del gobierno. Ante tal panorama, el grupo organizador expresó: “Ahora nos toca a nosotros”, reflejando su determinación de ser escuchados.
Un movimiento en crecimiento
El colectivo detrás de la marcha está compuesto principalmente por estudiantes universitarios y ciudadanos independientes, quienes han logrado establecer una red de comunicación a través de plataformas digitales como Discord. Su principal demanda gira en torno a la seguridad pública y el fin de la impunidad, un clamor que se ha intensificado especialmente tras el asesinato del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, el 1 de noviembre.
La naturaleza de las manifestaciones
Lejos de ser un hecho aislado, las marchas de la generación Z representan una serie de protestas que han tomado forma a lo largo de este año, culminando en esta tercera gran manifestación nacional. La elección del formato de protesta silenciosa es intencionada; el uso del color blanco y la ausencia de ruidos busca transmitir un mensaje poderoso y claro sobre la necesidad urgente de cambiar la narrativa de violencia que ha dominado el país.
En la Ciudad de México, la movilización comenzará en el Ángel de la Independencia a las 10:30 a.m., con una salida programada hacia el Zócalo a las 11:00 a.m. Además, se han habilitado puntos de encuentro en lugares como el Monumento a Cuitláhuac y la Fuente de la República. Se anticipan cierres viales en las principales arterias, motivo por el cual los organizadores sugieren rutas alternas para quienes deseen evitar la congestión.
El contexto político en México
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha abordado la participación juvenil en estas marchas, sugiriendo que la baja asistencia a eventos previos podría estar relacionada con la información disponible y la naturaleza de los convocantes. Sin embargo, la percepción de que la mayoría de los jóvenes apoya la transformación política del país contrasta con la realidad de un movimiento que empieza a tomar fuerza.
La complejidad de la movilización
El surgimiento de este movimiento ha suscitado debates sobre su relación con figuras políticas y partidos establecidos. Aunque algunos han intentado vincular a la generación Z con agendas políticas, muchos de sus integrantes enfatizan que su protesta es un llamado genuino a la paz y a un cambio en la política pública relacionada con la violencia y la inseguridad.
Este fenómeno no puede entenderse sin considerar el clima de tensión que ha caracterizado a México en los últimos años. Desde el rescate de importantes sectores estratégicos hasta el cuestionamiento de la impunidad, la generación Z está decidida a hacerse escuchar en un contexto donde la violencia parece ser la norma. La marcha del silencio será un paso más hacia la visibilización de sus demandas y un intento de construir un futuro más pacífico para su país.



