Madonna no sólo es conocida por su carrera musical, sino también por ser una de las figuras más influyentes de la cultura pop. Sin embargo, no muchos saben que trabajó en una tienda de Dunkin’ Donuts antes de su ascenso a la fama.
Y adivina qué, fue despedida del trabajo porque era demasiado juguetona con la máquina de gelatina de la tienda.
Madonna fue despedida de un Dunkin’ Donuts por jugar con la máquina de gelatina
Corría el año 1978 cuando Madonna se trasladó a Nueva York con la ambición de labrarse una fructífera carrera en el mundo del espectáculo.
Pero el camino a la fama no fue fácil, ya que tuvo problemas económicos y tuvo que hacer trabajos esporádicos para llegar a fin de mes. Uno de estos trabajos fue en una tienda Dunkin’.
Durante una entrevista con Howard Stern en 2015, la cantante de Papa Don’t Preach se sinceró sobre este trabajo en el que solo duró una semana.
«¿Te despidieron porque echaste un chorro de gelatina por encima de todo el mundo?», preguntó Stern a lo que Madonna respondió: «Estaba jugando con la máquina de chorro de gelatina, sí».
Pasó a revelar que el personal de Dunkin’ Donuts estaba poco impresionado o más bien «cabreado» con ella porque no se estaba «tomando el trabajo en serio».
De no haber sido apartada del trabajo quizás, sólo quizás, habría entrado en el mundo de la música un poco más tarde de lo que lo hizo.
Afortunadamente, el público no ha «despedido» a Madonna de su trabajo como artista, pero es conocida por tener fama de ser alguien con quien es difícil trabajar.
En el documental de la cantante, Madonna: Rebel Heart Tour, sus bailarines contaron que se espera que todos ellos soporten ensayos físicamente exigentes. Además, el icono tiene grandes expectativas sobre ellos y también presiona mucho a sus bailarines para que actúen bien.
«Sí, es muy difícil trabajar con ella, con todos los obstáculos que te pone en el camino», dijo un bailarín. «Es el proceso más duro». Parece que Madonna es muy consciente de su reputación, ya que en el documental dijo: «Sé que puedo ser difícil y exigente y presionarte, y a veces mi ego está fuera de control, pero soy una Leo».
Una fuente también la acusó de «explotar» a las personas con las que trabaja. «Ella dará a estos bailarines, al equipo de escenario, a las niñeras y a los asistentes lo que ella considera una gran vida – pero siempre es todo en sus términos. Si hay una diferencia de opinión o si siente que ya no la aprecian, puede volverse desagradable. Si no los despide, se sabe que los congela: las miradas glaciales pueden ser muy difíciles de tolerar», dijeron. Aunque no todo el mundo está de acuerdo con los métodos de Madonna, es difícil negar que han funcionado y le han proporcionado un éxito inmenso.
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