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Una conversación clave para el futuro del planeta
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, mantuvo una conversación telefónica con António Guterres, el secretario general de la ONU, el pasado lunes 10 de octubre. Este diálogo se centró en las preparaciones para la COP30, la conferencia climática más importante del mundo, que se llevará a cabo en Belém del 10 al 21 de noviembre.
Durante la llamada, Lula subrayó la necesidad de que los nuevos objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, que serán presentados por los países en los próximos meses, estén alineados con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5º C.
Compromiso global y metas ambiciosas
Guterres, por su parte, compartió que ha estado en contacto con más de 30 países en los últimos días, y que la mayoría de ellos está trabajando arduamente para presentar sus nuevas metas climáticas. Este esfuerzo es crucial, ya que el mundo se enfrenta a una crisis climática sin precedentes que requiere acciones inmediatas y efectivas.
La cumbre virtual programada para abril tiene como objetivo evaluar el progreso de la asociación Brasil-ONU por la Ambición Climática, que fue lanzada en septiembre del año pasado. Esta colaboración busca fomentar un enfoque más ambicioso y coordinado en la lucha contra el cambio climático.
Un llamado a la acción global
El embajador André Corrêa do Lago, presidente de la Conferencia COP30, también ha hecho un llamado a la acción global en una carta reciente. En este documento, enfatizó la importancia de la cooperación internacional para acelerar la implementación de soluciones efectivas en esta nueva década de acción climática.
La crisis climática no solo es un desafío ambiental, sino también un problema social y económico que afecta a millones de personas en todo el mundo. La colaboración entre naciones es esencial para abordar este problema de manera integral y sostenible.
