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Contexto del sector bancario en Argentina
El sector bancario en Argentina se ha mantenido como uno de los más sólidos en términos de remuneración, incluso en un contexto económico desafiante. En noviembre de 2024, el gremio liderado por Sergio Palazzo logró un nuevo acuerdo paritario que benefició a los empleados del sector.
Este acuerdo no solo ajustó los salarios, sino que también prometió revisiones periódicas para adaptarse a la inflación, un tema crucial en la economía argentina.
Ajustes salariales y su impacto
Los empleados del sector bancario experimentaron un incremento salarial del 2,4% en diciembre, coincidiendo con la segunda cuota del aguinaldo.
Este aumento se alinea con el último dato del Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Así, el sueldo básico de los bancarios alcanzó los $1.570.477,77, a lo que se suma una participación en las ganancias de $78.028,32, resultando en un salario total de $1.648.506,09.
Este ajuste es significativo, especialmente considerando que el sector bancario ha logrado mantener su poder adquisitivo frente a la inflación, a diferencia de otros sectores que han sufrido pérdidas.
Perspectivas futuras y negociaciones
El gremio bancario ha destacado que, a pesar de la desaceleración de la inflación, se prevé una nueva ronda de negociaciones en marzo.
Este ajuste salarial no solo es relevante para los empleados bancarios, sino que también se observa con atención por otros sindicatos en el país. En un contexto donde muchos trabajadores argentinos han visto sus ingresos estancados, las negociaciones paritarias se han vuelto esenciales para mitigar el impacto de la inflación en los salarios.
La discusión salarial de marzo podría establecer un precedente para otros gremios que buscan mejorar las condiciones de sus afiliados.
Inflación y su efecto en el poder adquisitivo
El acumulado anual de inflación en 2024 fue del 117,8%, un contraste notable con el 211,4% del año anterior. Este cambio en la tendencia es un alivio para muchos trabajadores, aunque la inflación sigue siendo un desafío constante. En enero, la inflación se registró en un 2,2%, lo que representa una desaceleración respecto al 2,7% de diciembre. Sin embargo, los sectores más afectados por la inflación incluyen restaurantes y hoteles, así como vivienda y servicios públicos, lo que resalta la necesidad de ajustes salariales continuos.
