Mehlani, una niña con una rara enfermedad genética llamada síndrome de Axenfeld-Rieger, y los extraños siempre comentan sus grandes ojos.
Los grandes y hermosos ojos de esta niña se deben a un raro síndrome genético
Cuando habla con su madre, los desconocidos suelen felicitar a Mehlani por sus grandes y bonitos ojos. Sin embargo, lo que esas personas no saben es que Mehlani tiene el síndrome de Axenfeld-Rieger, una rara enfermedad que afecta al desarrollo de los ojos.
Martínez dijo que Mehlani fue diagnosticada cuando sólo tenía una semana de vida.
«Nunca había oído hablar de él hasta que nos ocurrió a nosotros», dijo Martínez.
El síndrome de Axenfeld-Rieger afecta a la córnea y al iris, por lo que los ojos tienen un aspecto diferente al de la mayoría de las personas.
El iris, que es la parte coloreada del ojo, puede parecer pequeño o deforme. Pueden aparecer agujeros adicionales en el iris que hacen que parezca que hay más de una pupila, o la pupila puede estar descentrada.
Aproximadamente la mitad de las personas con este síndrome tienen también glaucoma, que es una presión interna en el ojo que puede dañar el nervio óptico si no se trata.
Puede hacer que los ojos de un niño parezcan más grandes que los de otros niños y, con el tiempo, puede acabar provocando problemas de visión y ceguera (aunque la cirugía puede ayudar a evitarlo).
Mehlani tiene glaucoma, aunque hasta ahora su visión está bien.
Martínez dice que aún no saben qué le espera en el futuro, pero que tiene que llevar gafas de sol al aire libre porque el glaucoma también puede hacer que los ojos sean sensibles a la luz.
Pero la situación no es sólo médica. Martínez también ha tenido que lidiar con los comentarios que recibe de completos desconocidos. Recientemente los compartió en una serie de tuits que se han hecho virales.
«Siempre me quedo con una sensación extraña. Sólo rezo para que siempre sepa lo hermosa que es», escribió.
También le preocupa cómo tratarán los demás niños a Mehlani cuando sea lo suficientemente mayor para empezar a ir al colegio.
«Tal vez los niños la llamen de mala manera», dijo Martínez. «Hay niños con los que ha jugado que han mencionado: ‘Dios mío, mamá, sus ojos son tan grandes'».
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