Las tarifas de Trump y su impacto en el cine latinoamericano

Un cambio inesperado en la industria del cine

La reciente amenaza del presidente Donald Trump de imponer tarifas a las películas extranjeras ha dejado a la floreciente industria cinematográfica de Latinoamérica en un estado de confusión y temor. Hasta hace poco, el cine latinoamericano estaba en auge, con éxitos como Aún estoy aquí, que marcó un hito al darle a Brasil su primer Oscar en marzo y con una creciente producción de películas en la región.

Además, plataformas como Netflix han apostado fuertemente por el contenido latinoamericano, anunciando una inversión de 1.000 millones de dólares para producir series y películas en México durante los próximos cuatro años. Sin embargo, el giro inesperado llegó cuando Trump, a través de una publicación en Truth Social, proclamó: «¡Queremos películas hechas en América, de nuevo!»

Reacciones de la comunidad cinematográfica

Las palabras de Trump causaron una oleada de reacciones en la comunidad cinematográfica internacional, desde Canadá hasta Australia, generando una sensación de que el telón podría estar bajando para muchas producciones. En Latinoamérica, la confusión fue palpable. Productores como Axel Kuschevatzky, reconocido por su trabajo en El secreto de sus ojos, indicaron que lo primero era entender si las medidas se implementarían y cuál sería su alcance. Él enfatizó que las tarifas solo aplican a bienes, no a servicios, sugiriendo que la producción audiovisual debería considerarse un servicio.

Por su parte, Marianna Souza, presidenta de la Asociación Brasileña de Producción de Obras Audiovisuales, expresó su preocupación sobre si las plataformas de streaming y las producciones transfronterizas estarían incluidas en estas tarifas, lo que complicaría aún más el panorama.

El impacto en la producción local

El escenario más aterrador para la industria cinematográfica latinoamericana sería un impuesto generalizado a las producciones extranjeras. En Colombia, por ejemplo, Gustavo Suárez, profesor de cine en la Universidad del Valle, estima que entre el 60 y el 70 por ciento de la producción local está vinculada a proyectos internacionales. Series como Narcos y Cien años de soledad han demostrado el creciente interés por el contenido colombiano.

Suárez comentó que plataformas como Netflix, Amazon y HBO están haciendo cada vez más producciones en Colombia debido a que resulta más económico que hacerlo en Estados Unidos. La implementación de tarifas podría tener un impacto significativo en esta dinámica.

Definiendo el concepto de ‘hecho en América’

Los cineastas han señalado que, al igual que en el mercado automotriz y sus complejas cadenas de suministro globales, no siempre tiene sentido hablar de películas o series que provienen de un solo país. Axel Kuschevatzky destacó que la producción es dinámica y puede involucrar capital de múltiples naciones, con filmaciones realizadas en diferentes lugares. Esto complica la definición de lo que realmente significa ‘hecho en América’.

Las preguntas surgen: ¿es el financiamiento lo que define el origen de una película? ¿O es el lugar donde se filmó? Las respuestas no son sencillas y la situación actual agrega una capa adicional de complejidad a las definiciones ya difíciles de establecer.

Mirando hacia el futuro

A medida que los cineastas latinoamericanos evalúan la situación, hay un sentimiento de inquietud sobre el futuro de la producción audiovisual en la región. La posibilidad de que las tarifas se implementen genera incertidumbre, no solo sobre el financiamiento, sino también sobre cómo se desarrollarán las colaboraciones internacionales. La industria cinematográfica de Latinoamérica ha demostrado ser resiliente, pero este nuevo desafío podría requerir una adaptación significativa.

Con la creciente popularidad del cine latinoamericano a nivel mundial, la comunidad cinematográfica está unida en su deseo de continuar produciendo contenido que resuene tanto local como globalmente. Los próximos meses serán críticos para determinar cómo se verá la industria en el futuro y si podrá mantener su impulso ante las nuevas barreras comerciales.