Desde el 15 de mayo, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), uno de los sindicatos más influyentes en México, ha llevado a cabo una serie de manifestaciones en la Ciudad de México como parte de una huelga nacional. Estas protestas buscan cambios significativos en las condiciones laborales y educativas de los maestros, generando un impacto notable en la vida diaria de la capital.
Protestas y bloqueos en la Ciudad de México
Las acciones de la CNTE han incluido tomas de casetas, manifestaciones frente a embajadas, y bloqueos en lugares estratégicos como el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y las principales avenidas de la metrópoli. Estas actividades han complicado el tráfico y afectado a millones de personas que dependen de estas rutas para sus desplazamientos diarios.
Además, las protestas han llevado al cierre de escuelas, lo que ha dejado a aproximadamente 1.2 millones de niños sin clase. La Secretaría de Educación Pública (SEP) ha indicado que las instituciones más afectadas se encuentran en los estados del sur, como Oaxaca, Chiapas y Guerrero.
Demandas de la CNTE y reacciones del gobierno
Una de las principales exigencias de los educadores es la derogación de la Ley del ISSSTE de 2007, que, según ellos, perjudica su sistema de pensiones al basar estas en fondos de ahorro individuales. La ley, vigente desde la administración de Felipe Calderón, ha sido un foco de controversia, especialmente tras las promesas de la actual presidenta, Claudia Sheinbaum, quien se comprometió a revisarla durante su campaña.
Los miembros de la CNTE argumentan que esta normativa favorece a los administradores de fondos de pensiones privados, vinculando su operación a compromisos internacionales, como el T-MEC. Para los educadores, el sistema actual genera deudas al Estado y limita los recursos de los trabajadores ante las grandes corporaciones y los mercados financieros.
Propuestas gubernamentales y su rechazo
En el contexto del Día del Maestro, el 15 de mayo, la presidenta Sheinbaum anunció un incremento salarial inicial del 9% retroactivo a enero, con un 1% adicional a partir de septiembre, además de una semana extra de vacaciones para el personal docente. Sin embargo, estas medidas no han sido suficientes para satisfacer las demandas de la CNTE.
En respuesta a las preocupaciones de los maestros, también se emitió un decreto que perdona deudas y reduce montos de préstamos para más de 24,000 docentes. A pesar de estas acciones, la CNTE ha rechazado las propuestas, alegando que no abordan sus demandas fundamentales.
El futuro de las negociaciones
Hasta el momento, los representantes de la CNTE han tenido encuentros con funcionarios de alto rango, pero no con la presidenta, quien ha evitado el diálogo alegando que los miembros del sindicato rompieron las negociaciones al agredir a un camarógrafo. Con la presión de las protestas, los educadores han amenazado con continuar sus movilizaciones hasta el 1 de junio, coincidiendo con la primera elección judicial del país, a menos que obtengan una respuesta concreta del gobierno.
Los docentes no están dispuestos a esperar pasivamente. “No queremos llegar al 1 de junio. Si nos dan una respuesta concreta hoy o mañana, no seguiríamos sufriendo lo que estamos”, expresó Pedro Hernández de la Sección 9 de la CNTE, en una conferencia de prensa.”