Las calles de México se tiñen de descontento. Este sábado, decenas de miles de personas se manifestaron en ciudades como Ciudad de México y Guadalajara, exigiendo un alto a las políticas del presidente estadounidense Donald Trump. Estas protestas, bajo el lema «No Kings», no solo ocurrieron en México, sino que se replicaron en diversas ciudades de EE. UU., creando un eco de rechazo a lo que muchos consideran un deslizamiento hacia el autoritarismo.
Protestas en varias ciudades mexicanas
Las manifestaciones también tuvieron lugar en Mérida, Oaxaca, Puerto Vallarta, Mexicali y San Miguel de Allende. Desde la plaza Luis Cabrera en la colonia Roma hasta la embajada estadounidense en Paseo de la Reforma, miles marcharon con pancartas que dejaban claro su mensaje. «Fuera racismo, fuera Trump» resonaba con fuerza en el aire. Los organizadores denunciaron que estas protestas son una respuesta a lo que ellos describen como un gobierno que prioriza a los ricos y militariza la democracia.
El mismo día, en Washington D.C., se celebraba el desfile del 250 aniversario del ejército estadounidense, un evento que contrastaba con la atmósfera de oposición que se respiraba en México. La semana previa había sido intensa, marcada por protestas contra las redadas de inmigración en Los Ángeles y acusaciones a la alcaldesa Claudia Sheinbaum de incitar a la violencia. Este clima de tensión se intensificó aún más al coincidir con el 79 cumpleaños de Trump.
Voces de protesta y rechazo
En Guadalajara, los manifestantes se reunieron frente al consulado de EE. UU. donde se pudo ver a un protestante sosteniendo un cartel que decía: «No kings! Stop the fascist! Salva la democracia». Mercedes Dueñas, una de las voces que se alzó en la manifestación, expresó: «El pueblo está en contra de Trump, quien piensa que es un rey». Los mensajes de rechazo fueron contundentes, resaltando la crisis constitucional que, según los asistentes, atraviesa Estados Unidos.
En Puerto Vallarta, un ciudadano estadounidense que se identificó como Benjamin comentó que la manifestación tenía como objetivo “decir no” a Trump. “Él quiere instalar una dictadura. Estamos aquí para proteger la democracia y decir que no aceptaremos que arruine Estados Unidos”, afirmó, resaltando la importancia de los inmigrantes en la economía estadounidense. La percepción de que los estadounidenses en México están desconectados de la realidad del país del norte está lejos de ser cierta. Benjamin enfatizó que están atentos a los acontecimientos que impactan a su nación.
Unión en la diversidad
Más de 200 personas se unieron a la protesta en San Miguel de Allende, donde los asistentes coreaban: “Hey-hey, ho-ho, la oligarquía debe irse”. La escritora y activista Lucina Kathman, quien ha vivido en la ciudad por décadas, no escatimó en críticas hacia Trump, describiéndolo como un dictador. “Hoy, más que nunca, reafirmo mi decisión de vivir aquí, en México”, comentó, reflejando el sentir de muchos que buscan un refugio ante la situación política en EE. UU.
El panorama de las protestas en México no solo es un grito de rechazo al presidente estadounidense, sino también una manifestación de solidaridad entre ciudadanos de ambos países. En cada pancarta y en cada grito se escucha un mensaje claro: la lucha por la justicia y la dignidad no tiene fronteras. Las voces que se alzan en estas manifestaciones son un recordatorio de que la lucha por los derechos humanos y la democracia sigue viva.
Reflexiones finales
Lo que comenzó como un simple desacuerdo con las políticas de Trump ha evolucionado en un fuerte movimiento de resistencia que une a ciudadanos de diversas nacionalidades en México. La pregunta que queda en el aire es: ¿hasta dónde llegarán estas manifestaciones y qué impacto tendrán en la relación entre México y Estados Unidos? La respuesta sigue en desarrollo, pero lo que es seguro es que la voz del pueblo no será silenciada.
