Las impresionantes edificaciones Art Deco que no te puedes perder en el Hipódromo de la Ciudad de México

Mientras exploraba las bibliotecas vintage más emblemáticas de la Ciudad de México, opté por recorrer la Avenida Ámsterdam, situada en el encantador barrio del Hipódromo. Este paseo, que se caracteriza por su forma elíptica y sus frondosos árboles, me permitió disfrutar de las vitrinas largas, el hierro forjado y la fusión de formas orgánicas con patrones geométricos que definen los magníficos edificios de estilo Art Deco, los cuales aún perduran en la ciudad.

El Hipódromo y su legado arquitectónico

El Hipódromo se presenta como un símbolo de la herencia Art Deco en la Ciudad de México, recordando a lo que se puede apreciar en la zona de Roma. Este barrio, parte de la histórica La Condesa, conserva su diseño original, evocando la esencia de una pista de carreras. De hecho, la actual Avenida Ámsterdam fue, en su momento, un terreno de carreras de caballos, donde se celebraban competiciones durante más de diez años, según los archivos del Museo del Objeto (MODO).

Historia del Hipódromo de la Condesa

El Hipódromo de la Condesa, inaugurado en 1910 por el Club Hípico Mexicano, se creó como un lugar de entretenimiento para la élite de la Ciudad de México. Esta iniciativa surgió en un momento en que la alta sociedad buscaba alternativas a las tradicionales corridas de toros. Sin embargo, su historia fue breve, ya que cerró sus puertas en 1925, tras apenas 15 años de actividad.

Después de su cierre, la zona experimentó una transformación significativa, convirtiéndose en un barrio residencial. En 1927, en el terreno donde alguna vez se erguían las gradas del hipódromo, se inauguró el Parque México, un espacio que ha perdurado como un importante punto de encuentro en la comunidad.

Edificios emblemáticos del Art Deco en el Hipódromo

Entre los edificios más destacados del Art Deco en el Hipódromo se encuentra el Edificio Hipódromo, inaugurado en 1929. Esta construcción, parte de la transformación hacia un vecindario residencial, destaca por sus amplias ventanas y sus balcones de cantera en la planta baja. Además, el vestíbulo de mármol añade un toque de elegancia que atrae la atención de los visitantes.

El Edificio Tehuacán

Uno de los verdaderos tesoros arquitectónicos de la zona es el Edificio Tehuacán, una obra maestra diseñada por el arquitecto mexicano Ernesto Ignacio Buenrostro en 1937. Este rascacielos de 14 pisos, que refleja la historia del barrio, se distingue por su fachada decorada con patrones geométricos característicos del Art Deco. La entrada principal, enmarcada por dos elegantes lámparas de hierro forjado, resalta aún más su estilo único. En la actualidad, el Edificio Tehuacán alberga el Hippodrome Hotel, un lugar donde los visitantes pueden disfrutar de lujosas suites y encantadoras terrazas.

Descubriendo el Edificio San Martín

Construido en 1931, el Edificio San Martín es una obra icónica del arquitecto Buenrostro. Su diseño se destaca por una simetría casi perfecta, lo que lo convierte en un referente arquitectónico.

La entrada principal del edificio es realmente impresionante. Adornada con relieves de concreto y lámparas de hierro, aún conserva el dosel de hierro original, un detalle que evoca su esplendor pasado. Aunque su función original se perdió en la década de 1940, el edificio ha sido renovado y, desde 1999, sigue siendo un atractivo residencial.

Hoy en día, alberga a cerca de 216 familias afortunadas que disfrutan de su historia y arquitectura. ¿Quién no querría vivir en un lugar con tanto carácter y legado?

La Glorieta Popocatépetl: Un ícono del Art Deco

Cuando pensamos en el Hipódromo, es imposible no mencionar la Glorieta Popocatépetl. Construida en 1927, esta joya se ubica en la curva norte del antiguo hipódromo. Aunque no es un edificio per se, este espacio público se ha convertido en un verdadero símbolo del movimiento Art Deco en la ciudad.

Inicialmente diseñada como una fuente, hoy en día la glorieta funciona como un pequeño parque. Cabe mencionar que ha estado seca durante más de un siglo, excepto en algunas ocasiones especiales. Adornada con mosaicos de Talavera de Puebla, su centro es una auténtica representación del movimiento simbolista en México. ¿Quién no ha pasado por allí y ha sentido la historia que emana de sus mosaicos?