En el panorama político argentino, hay dos fechas que se acercan a pasos agigantados: el 7 de agosto, un día clave para que los partidos políticos formalicen sus alianzas en cada provincia, y el 14 de agosto, que marcará la presentación de candidaturas. Estas decisiones son un verdadero examen para el partido de Javier Milei, La Libertad Avanza, que se enfrenta a la emocionante oportunidad de competir por primera vez con una oferta electoral completa, luego de su sorpresiva victoria en 2023. ¿Te imaginas la presión que esto genera?
Un dilema estratégico: ¿alianzas o independencia?
La gran pregunta que enfrenta Milei es si buscar alianzas con los gobernadores provinciales que, en general, comparten su visión económica, o si decidirse por una estrategia más independiente. Esta semana, La Libertad Avanza, liderada por Karina Milei, hermana del presidente, llegó a un acuerdo con Alfredo Cornejo, gobernador de Mendoza y miembro del partido UCR. Juntos están construyendo una lista conjunta de candidatos para las elecciones de medio término en esta provincia, famosa por su producción de Malbec, que elegirá a cinco diputados nacionales este año.
Pero eso no es todo. Otras provincias están siguiendo este camino en esta última semana de negociaciones. Chaco, por ejemplo, ya había establecido un acuerdo durante las elecciones locales de mayo. Esto podría ser un precedente que marque una tendencia en la estrategia de los hermanos Milei, o podría ser solo una excepción. Además, el gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, también está cerca de alinear a sus candidatos con los de Milei, sugiriendo una posible convergencia en su enfoque. ¿Qué piensas? ¿Es este el momento de crear alianzas sólidas?
El equilibrio entre política y economía
Estos acuerdos entre gobernadores pueden verse como un signo de fortaleza o debilidad para Milei. Su popularidad ha mejorado en el último mes, gracias a una estabilización de la inflación, aunque el gobierno ha comenzado a levantar parcialmente los controles de capital. Milei cree que este avance es suficiente para transferir su popularidad a los candidatos de su partido en todo el país. Sin embargo, este equilibrio que intenta establecer es delicado, tanto en el ámbito político como en el económico.
La situación financiera del país sigue siendo incierta. En agosto, al igual que en los últimos días de julio, se prevé un aumento de la presión sobre el mercado cambiario, ya que las exportaciones del sector agrícola están llegando a su fin. La reciente subida de las tasas de interés por parte del equipo económico, que alcanzó hasta el 65% en la subasta de deuda en pesos de esta semana, refleja que la prioridad de Milei es mantener la estabilidad económica hasta las elecciones. Pero, ¿tres meses son suficientes en un contexto de volatilidad económica?
Presiones políticas y proyecciones futuras
La presión también viene del lado de los gobernadores. Esta semana, diez provincias del norte se reunieron en Catamarca para exigir al gobierno federal que no vete dos proyectos de ley aprobados por el Senado a petición de los gobernadores. Estos proyectos aumentarían los fondos federales destinados a las capitales provinciales. En 2024, la cantidad de recursos que Buenos Aires distribuye entre las provincias ha disminuido en un 11% en términos reales y seguirá reduciéndose en un 10% este año. Milei ha afirmado que vetará cualquier medida que amenace su preciado superávit fiscal, que es su única carta de presentación frente a las preocupaciones del mercado sobre la sostenibilidad de su programa.
Las proyecciones de la Casa Rosada indican que cinco o seis gobernadores alineados con las alianzas electorales serán suficientes para obtener los votos necesarios en ambas cámaras y sostener los vetos presidenciales. Hasta diciembre, Milei busca evitar cualquier derrota en el Congreso. La agenda proactiva se desarrollará después del 10 de diciembre, cuando el nuevo Congreso, electo en octubre, asuma sus funciones.
Sin embargo, su plan depende de una victoria contundente en octubre. No solo porque esto le proporcionaría más votos en el Congreso, aunque nunca alcanzará la mayoría, sino porque todos parecen dispuestos a seguir a un ganador. Para lograrlo, La Libertad Avanza debe no solo liderar el conteo nacional, lo cual parece probable dada la fragmentación de la oposición, sino también obtener alrededor del 40% de los votos, un número simbólico que, proyectado hacia 2027, podría dejar a Milei en una posición favorable para buscar la reelección en primera vuelta.
Todo esto suena más fácil de lo que es, ¿verdad? Ignorar o desafiar a los gobernadores podría llevar a que cinco de ellos, incluidos los de las importantes provincias de Córdoba y Santa Fe, inicien sus propios movimientos electorales, dando un primer paso hacia una opción centrista para 2027. Por el momento, dada la extrema polarización, parece destinado al fracaso, pero podría resonar en los votantes si los vientos políticos cambian. ¿Qué opinas tú sobre el futuro de la política argentina?
