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Una tradición que perdura en el tiempo
El sepelio de Joselito Carnaval, que se lleva a cabo en el barrio Lucero, en el corazón de Barranquilla, es un evento que ha marcado la cultura local por más de 30 años.
Esta celebración no es solo un adiós, sino una fiesta que reúne a amigos, familiares y a toda la comunidad para rendir homenaje a la figura icónica de Joselito, un personaje que simboliza la alegría y el espíritu del Carnaval.
La historia de este evento se remonta a la profunda conexión que los barranquilleros tienen con sus tradiciones, donde la muerte se celebra con música, baile y color.
Un desfile lleno de vida y color
El desfile que acompaña el sepelio es un espectáculo vibrante que recorre la Carrera 54, donde los asistentes se visten con trajes tradicionales y disfraces creativos.
La música de las comparsas y las danzas folclóricas llenan el aire, creando un ambiente festivo que contrasta con el motivo del evento. Este desfile no solo es un tributo a Joselito, sino también una manifestación de la identidad cultural de Barranquilla, donde cada paso y cada nota musical cuentan una historia de amor y respeto hacia el legado del Carnaval.
La comunidad se une en el recuerdo
Durante el sepelio, se pueden ver rostros de alegría y tristeza entrelazados, reflejando la dualidad de la vida y la muerte. La abogada Mildred Salas, por ejemplo, se disfraza de monja cada año para despedir a Joselito, mostrando cómo la tradición se ha convertido en un ritual personal y colectivo.
Este evento es una oportunidad para que la comunidad se una, comparta anécdotas y celebre la vida de aquellos que han partido, reafirmando la importancia de mantener vivas las tradiciones que definen a Barranquilla.
