La sorprendente diversidad genética de la mandioca en el mundo moderno

Mandioca mostrando su diversidad genética en diferentes variedades
Explora la sorprendente diversidad genética de la mandioca en el mundo moderno.

La mandioca: un alimento esencial para millones

La mandioca, también conocida como yuca, es un cultivo fundamental que alimenta a aproximadamente 1 billón de personas en todo el mundo. Este tubérculo, originario de América del Sur, ha sido domesticado y cultivado durante miles de años, convirtiéndose en un pilar de la dieta en muchas regiones tropicales.

Sin embargo, lo que muchos no saben es que la mandioca esconde un secreto fascinante: su diversidad genética. Un reciente estudio ha revelado que, a pesar de la similitud entre las variedades cultivadas, existe una notable variabilidad genética que permite a esta planta adaptarse y sobrevivir a diversas condiciones ambientales y plagas.

Un estudio revelador sobre la genética de la mandioca

Investigadores han analizado casi 600 genomas de mandioca, muchos de los cuales provienen de Brasil, donde se cree que se originó la planta domesticada hace cerca de 10,000 años.

Este estudio, publicado en la revista Science, fue liderado por Fabio de Oliveira Freitas, un experto en recursos genéticos. Los científicos no solo examinaron las variedades actuales, sino también muestras de plantas que existieron antes de la llegada de los europeos, lo que les permitió entender mejor la evolución de la mandioca y su propagación a través de las Américas y más allá.

La propagación única de la mandioca

Una de las características más intrigantes de la mandioca es su método de propagación. A diferencia de muchas plantas que se reproducen a través de semillas, la mandioca se cultiva principalmente a partir de ramas cortadas de otras plantas.

Este método de clonación ha permitido que las variedades se mantengan relativamente similares en todo el continente, lo que contrasta con otras especies que desarrollan características únicas según su ubicación geográfica. Sin embargo, a pesar de esta similitud, cada planta de mandioca mantiene un alto grado de heterozigosidad, lo que significa que cada ejemplar tiene variantes genéticas que le permiten adaptarse a diferentes desafíos ambientales.

La importancia de la selección en la agricultura indígena

El estudio también destaca el papel crucial que juegan las comunidades indígenas en la conservación de la diversidad genética de la mandioca. Los pueblos indígenas, como los waurá del Xingu, han mantenido un profundo conocimiento sobre el cultivo y manejo de la mandioca, eligiendo cuidadosamente las ramas de las plantas más robustas para la propagación. Esta práctica no solo asegura la calidad del cultivo, sino que también contribuye a la preservación de la variabilidad genética, lo que es esencial para la resiliencia de la planta frente a plagas y cambios climáticos.

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