La situación de sequía en México es alarmante, con 596 municipios afectados hasta finales de abril, según el informe del Monitor de Sequías de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Este fenómeno, que ha ido en aumento, plantea serios desafíos para la agricultura y el acceso al agua potable en el país. En este artículo exploraremos los diferentes niveles de sequía y cómo están impactando a las comunidades locales.
Los niveles de sequía en México
La Comisión Nacional del Agua clasifica la sequía utilizando un sistema internacional de cinco categorías. Este rango va desde la sequía anormalmente seca (D0), que es un precursor de la sequía, hasta la sequía excepcional (D4). Al finalizar abril, el 46.5% de México se encontraba en las categorías D1 a D4, lo que representa un aumento significativo en comparación con el 40% registrado en enero. Solo el 34.1% del país no se veía afectado por estas condiciones adversas.
Durante la segunda quincena de abril, se registraron lluvias por encima de lo normal en algunas regiones, como la Península de Baja California y el noreste del país. Esto, sumado a la entrada de humedad desde el Océano Pacífico, el Golfo de México y el Mar Caribe, ayudó a aliviar ligeramente la sequía en algunas áreas, pero no fue suficiente para cambiar la tendencia general.
Impacto en la agricultura y el suministro de agua
La prolongada sequía ha tenido efectos devastadores en la agricultura mexicana. Con el 70.76% del territorio nacional afectado en mayo de 2024, el 51% de estas áreas enfrenta sequías severas, extremas o excepcionales. Esta situación ha puesto en riesgo no solo la producción de alimentos, sino también la disponibilidad de agua potable. En el estado de Chihuahua, que limita con EE. UU., el 100% de su territorio se enfrenta a sequías extremas y excepcionales, afectando a 67 municipios de la región, donde los cultivos han sufrido enormemente.
Desde 2014, las temperaturas extremas han causado 1,052 muertes, con un incremento notable desde 2021, año en que las escaseces de agua comenzaron a intensificarse a nivel nacional. Estos datos subrayan la urgencia de encontrar soluciones efectivas para mitigar los efectos de la sequía.
Planes del gobierno para enfrentar la crisis
Ante esta situación crítica, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó el Plan Nacional de Agua (PNH) 2024-2030 en noviembre. Este plan incluye una inversión de 20 mil millones de pesos (aproximadamente 979 millones de dólares) destinados a proyectos de agua en todo el país en 2025. La esperanza es que estas iniciativas ayuden a mitigar la crisis hídrica y a prepararse para una posible sequía prolongada, que se prevé podría durar seis meses desde finales de noviembre de 2024 hasta mayo de 2025.
El PNH busca no solo ofrecer soluciones a corto plazo, sino también establecer una estrategia sostenible para el manejo del agua en el futuro, considerando las proyecciones climáticas y las necesidades de las comunidades más vulnerables.
Conclusiones sobre la sequía en México
La sequía en México representa un reto considerable que afecta a millones de personas y a la economía del país. Con un enfoque proactivo en la gestión del agua y un compromiso claro por parte del gobierno, hay esperanza de que se puedan implementar medidas efectivas para enfrentar esta crisis. Sin embargo, es esencial que la población se mantenga informada y participe activamente en la conservación y uso responsable del agua, para asegurar un futuro sostenible en un entorno cada vez más afectado por el cambio climático.