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El contexto de las protestas en Argentina
Las manifestaciones en Argentina han tomado un nuevo rumbo, especialmente con la llegada del gobierno de Javier Milei. Las protestas no solo reflejan el descontento social, sino que también ponen a prueba la capacidad del gobierno para manejar situaciones de tensión.
El 19 de diciembre de 2023, se llevó a cabo una marcha piquetera que marcó un hito en la historia reciente del país. Este evento no solo fue significativo por su magnitud, sino también por la respuesta de las fuerzas de seguridad, que se enfrentaron a un desafío monumental en la gestión del orden público.
Operativos de seguridad: ¿éxito o fracaso?
El operativo de seguridad implementado durante la marcha fue minucioso, con la intervención de diversas fuerzas, incluyendo Gendarmería y Policía Federal. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, el resultado fue mixto.
Mientras que en algunas ocasiones se logró evitar disturbios y heridos, en otras, como en la protesta del 18 de diciembre, la situación se tornó violenta, resultando en destrozos y un herido grave. Este contraste ha llevado a una reflexión profunda dentro del gobierno sobre la efectividad de las estrategias de seguridad y la necesidad de una mejor coordinación entre las fuerzas.
La falta de inteligencia y la descoordinación
Uno de los puntos críticos identificados por los especialistas es la falta de inteligencia criminal. La incapacidad para prever la llegada de grupos violentos ha sido un factor determinante en el fracaso de los operativos.
La ausencia de un comando unificado y la descoordinación entre las fuerzas han permitido que los manifestantes accedan a áreas sensibles, como la Casa Rosada, sin una respuesta adecuada. Este tipo de errores no solo pone en riesgo la seguridad pública, sino que también afecta la percepción del gobierno ante la ciudadanía.
El impacto político de las protestas
Las manifestaciones no solo tienen un impacto en la seguridad, sino que también influyen en el panorama político. La división entre los partidos, especialmente entre el PRO y La Libertad Avanza, se hace más evidente en este contexto. La estrategia electoral de los líderes políticos se ve afectada por la forma en que manejan las protestas y la seguridad. La decisión de Horacio Rodríguez Larreta de romper con el PRO y presentarse como candidato por el Partido Federal es un claro ejemplo de cómo las manifestaciones pueden alterar el curso político. La incertidumbre sobre el resultado de las elecciones se intensifica, y la presión sobre el gobierno para mantener el orden se vuelve más crítica.