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Contexto económico actual
En un escenario donde la inflación y los salarios parecen estabilizarse, la recuperación del consumo se presenta como un tema crucial para entender la dinámica económica del país. La Fundación Capital ha emitido un diagnóstico que sugiere que, a pesar de las dificultades, se espera un leve aumento en el consumo privado para 2025, con un crecimiento proyectado del 4,2% interanual.
Sin embargo, este crecimiento se mantendrá por debajo de los niveles alcanzados en 2023, lo que plantea interrogantes sobre la capacidad de las familias para recuperar su poder adquisitivo.
Desafíos en el poder adquisitivo
La situación del poder adquisitivo es compleja.
En la segunda mitad de 2024, se anticipa un incremento parcial, pero aún se prevé que los salarios reales del sector registrado se mantengan un 5,1% por debajo de los niveles de noviembre de 2023. Esto significa que, a pesar de las negociaciones paritarias que han superado el ritmo de los precios, la inflación sigue siendo un factor limitante.
En este contexto, el informe destaca que la política salarial será más restrictiva en 2025, priorizando la desinflación, lo que podría afectar aún más el consumo de las familias de menores ingresos.
Segmentación del consumo
El análisis de los indicadores de consumo revela una recuperación desigual.
Mientras que el consumo de bienes durables, como autos y motos, ha mostrado un repunte significativo, el consumo masivo sigue enfrentando desafíos. Las familias de mayores ingresos están experimentando un mejor desempeño en su poder adquisitivo, lo que se traduce en un aumento en el consumo de productos durables.
Por otro lado, las familias de menores ingresos enfrentan una evolución magra de sus ingresos, lo que limita su capacidad de compra en productos cotidianos. Este fenómeno resalta la heterogeneidad en la recuperación del consumo, donde no todos los sectores se benefician por igual.
Perspectivas hacia el futuro
Mirando hacia adelante, el futuro del consumo privado dependerá en gran medida de la evolución de los ingresos familiares en relación con la inflación. A pesar de que se espera una leve mejora, el camino hacia niveles de consumo más saludables parece ser largo y lleno de obstáculos. La proyección para 2025 es neutra a ligeramente positiva, pero con un sector público que podría seguir enfrentando limitaciones en sus aumentos salariales. En este sentido, la recuperación del consumo se presenta como un tema que merece atención, no solo por su impacto en la economía, sino también por su influencia en la vida cotidiana de las familias argentinas.