Table of Contents
El legado de Stephen Hawking
El 14 de marzo de 2018, el mundo perdió a uno de sus más grandes científicos: Stephen Hawking. A lo largo de sus 76 años de vida, Hawking no solo se destacó por su brillantez intelectual, sino también por su capacidad de comunicar conceptos complejos de la física a un público amplio.
Su diagnóstico de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) a los 21 años no detuvo su carrera; al contrario, lo impulsó a convertirse en un ícono de la ciencia moderna. Entre sus numerosas contribuciones, la teoría de la radicación Hawking se erige como una de las más significativas, desafiando nuestras nociones sobre los buracos negros y el universo.
¿Qué es la radicación Hawking?
La radicación Hawking es un fenómeno teórico que sugiere que los buracos negros no son completamente oscuros, sino que emiten una forma de radiación. Esta idea revolucionaria se basa en dos conceptos fundamentales: la producción de pares y el horizonte de eventos.
La producción de pares ocurre cuando un fotón genera un par de partículas, que rápidamente se aniquilan. Sin embargo, si esto sucede en el horizonte de eventos de un buraco negro, una de las partículas puede escapar, mientras que la otra es absorbida.
Este proceso implica que los buracos negros pueden perder masa y, eventualmente, evaporarse.
La búsqueda de la radicación Hawking
A pesar de que la teoría fue propuesta hace más de 50 años, la radicación Hawking aún no ha sido observada directamente.
Sin embargo, instituciones como la NASA y el CERN están llevando a cabo investigaciones para detectarla. El telescopio Fermi, lanzado en 2008, tiene como objetivo mapear fuentes de rayos gamma que podrían estar relacionadas con buracos negros primordiales en proceso de evaporación. Además, el Gran Colisionador de Hadrones busca miniburacos negros que podrían emitir radiación al desintegrarse. La comunidad científica sigue esperanzada en que, con el avance de la tecnología, se logre observar este fenómeno que cambiaría nuestra comprensión del cosmos.