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El diagnóstico de la economía estadounidense
Stephen Miran, economista de Harvard y asesor económico del expresidente Trump, ha presentado un análisis profundo sobre la situación actual del comercio global. En su reciente publicación, Miran argumenta que la posición de Estados Unidos como emisor de la moneda de curso global ha llevado a una sobrevaloración del dólar.
Esto, a su vez, ha contribuido a la disminución de la participación de la industria manufacturera en el país y a la pérdida de empleos, especialmente frente a la creciente competencia de China. La propuesta de Miran se centra en la implementación de tarifas de importación y ajustes en el tipo de cambio para lograr un equilibrio que favorezca a la economía estadounidense.
Las tarifas como herramienta de reindustrialización
Según Miran, las tarifas de importación no solo tienen la función de proteger la industria local, sino que también pueden generar ingresos significativos para el Estado. Al aumentar la competitividad de los productos manufacturados en EE.UU., se espera estimular la reindustrialización.
En un contexto de tipo de cambio flotante, el aumento de tarifas podría ser compensado por una moneda más fuerte, lo que permitiría mantener la competitividad sin afectar los precios internos. Este enfoque recuerda al acuerdo del Hotel Plaza de 1985, donde se buscó un equilibrio similar en el mercado de divisas.
Intervenciones en el mercado de divisas
Miran también propone un enfoque más activo en la intervención del mercado de divisas, sugiriendo que EE.UU. compre reservas extranjeras para estabilizar el dólar. Esta estrategia podría financiarse mediante la venta de títulos de corto plazo, lo que permitiría a los bancos centrales internacionales intercambiar sus reservas por títulos de largo plazo.
Además, sugiere la implementación de una «tarifa» por el uso de reservas estadounidenses, lo que podría mejorar las cuentas públicas y ofrecer un servicio de liquidez a otros países en momentos de necesidad. Sin embargo, la propuesta enfrenta críticas, ya que algunos economistas argumentan que no aborda adecuadamente el déficit de la balanza comercial y que podría aumentar la dependencia de la economía estadounidense de las importaciones.