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Un panorama incierto para la economía global
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha emitido un nuevo informe que revisa a la baja sus proyecciones de crecimiento mundial para el año 2025. Este ajuste se produce en un contexto marcado por la incertidumbre geopolítica y las tensiones comerciales que han surgido, especialmente debido a las políticas implementadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Según el economista jefe de la OCDE, Alvaro Santos Pereira, «estamos navegando en aguas turbulentas», lo que refleja la complejidad de la situación económica actual.
Impacto en las economías de América del Norte
Las previsiones de crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) mundial han sido ajustadas del 3,3% al 3,1% para 2025.
En particular, la economía estadounidense se verá afectada, con un crecimiento proyectado del 2,2% este año y una caída al 1,6% el próximo. Este descenso es significativo, ya que la OCDE ha recortado sus expectativas en 0,2 y 0,5 puntos porcentuales, respectivamente.
Las políticas comerciales agresivas de Estados Unidos están teniendo un efecto dominó en sus vecinos, Canadá y México, cuyas proyecciones de crecimiento han caído drásticamente.
Repercusiones en Europa y Asia
En Europa, la OCDE también ha revisado a la baja sus previsiones para Alemania y Francia, las economías más grandes de la eurozona.
Alemania, por ejemplo, verá un crecimiento del 0,4% este año, mientras que Francia se mantiene en un 0,8%. Sin embargo, se destaca que España es la única gran economía europea que experimentará un crecimiento sostenido, con un 2,6% proyectado para 2025.
En Asia, Japón también enfrenta un ajuste en sus expectativas, con un crecimiento proyectado del 1,1%. Por otro lado, China se mantiene relativamente estable con un crecimiento del 4,8%, gracias a medidas de apoyo que contrarrestan los efectos negativos de las tensiones comerciales.
El efecto de las tensiones comerciales en la inflación
La OCDE advierte que las tensiones comerciales no solo frenan el crecimiento económico, sino que también pueden acentuar la inflación a nivel mundial. Las políticas arancelarias impuestas por Estados Unidos, junto con las incertidumbres políticas, están creando un clima de desconfianza que afecta a los mercados globales. Este escenario plantea desafíos significativos para los países que dependen del comercio internacional y podría tener repercusiones a largo plazo en la economía global.