¿Qué es la propuesta de exención del IR? La propuesta de exención del Impuesto sobre la Renta (IR) presentada por el gobierno brasileño busca beneficiar a aquellos que reciben hasta R$ 5.000 mensuales. Esta medida, que será debatida en el Congreso, tiene como objetivo aliviar la carga tributaria sobre la población de bajos ingresos, permitiendo que más brasileños queden exentos de pagar este impuesto.
Se espera que la propuesta sea aprobada aún en 2025, aunque los efectos directos sobre la declaración del IR de 2025 no sean inmediatos. Impactos de la nueva tabla del Impuesto sobre la Renta Recientemente, la tabla del Impuesto sobre la Renta fue ajustada, aumentando el límite de exención para trabajadores que ganan hasta dos salarios mínimos.
La primera franja de la tabla subió a R$ 2.259,20, y la exención ahora se aplica a quienes ganan hasta R$ 2.824. Sin embargo, la falta de nuevos ajustes desde 2016 ha resultado en una desactualización significativa, llevando a una situación en la que muchos contribuyentes pagan IR indebidamente.
Un estudio del Sindifisco Nacional revela que el mantenimiento de la tabla congelada desde 1996 ha causado una desactualización del 154,49% en la exención del IR. ¿Quién será beneficiado? El gobierno estima que la nueva propuesta de exención del IR beneficiará a alrededor de 26 millones de personas, de las cuales 10 millones quedarán completamente exentas y 16 millones pagarán menos impuesto.
Además, habrá un crédito tributario para aquellos que tienen ingresos entre R$ 5.000 y R$ 6.980, lo que representa un alivio adicional para la clase media. Este cambio es una de las promesas de campaña del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y refleja un intento de reequilibrar la carga tributaria en el país.
Desafíos y expectativas futuras A pesar del apoyo popular, con un 70% de los brasileños a favor del aumento de la exención, la propuesta enfrenta desafíos en el Congreso. Los presidentes del Senado y de la Cámara han indicado que la aprobación dependerá de las condiciones fiscales del país. La previsión de una pérdida de R$ 25 mil millones en recaudación también genera preocupaciones sobre la sostenibilidad fiscal. Sin embargo, muchos expertos creen que la inyección de ingresos en manos de los ciudadanos puede estimular la economía, permitiendo que las personas consuman más y paguen deudas.