La porcelana: un legado cultural
La porcelana ha sido un símbolo de lujo y sofisticación desde su llegada a Europa en el siglo XVI. Con la apertura de nuevas rutas comerciales, especialmente por parte de los portugueses, esta delicada cerámica china comenzó a fluir hacia el viejo continente, cautivando a la nobleza europea. La fascinación por estas piezas no solo radica en su belleza, sino también en la historia que cada una de ellas cuenta. La reciente inauguración de la Albuquerque Foundation en Portugal, que alberga una de las colecciones más grandes de porcelana del mundo, es un testimonio de esta rica herencia cultural.
Un museo que une pasado y presente
Ubicado en una quinta histórica en Sintra, el museo no solo exhibe piezas de porcelana, sino que también busca establecer un diálogo entre el arte contemporáneo y la tradición. Mariana Teixeira de Carvalho, presidenta del consejo de la fundación, enfatiza la importancia de que este espacio no sea solo un refugio para el arte del pasado, sino un lugar donde se pueda reflexionar sobre temas actuales como el colonialismo y la globalización. La exposición inaugural, titulada Connections, reúne obras de diferentes épocas y estilos, destacando la cerámica de exportación que fue creada en China para satisfacer los gustos europeos.
Un viaje visual a través de la historia
Las piezas en exhibición cuentan historias sorprendentes. Por ejemplo, una poncheira de porcelana ilustra los jardines de Vauxhall en Londres, pero con un toque oriental que refleja la fusión de culturas. En otra obra, músicos europeos aparecen con instrumentos barrocos, pero sus rasgos son claramente orientales, lo que invita a los espectadores a cuestionar las narrativas culturales. Este enfoque innovador no solo celebra la porcelana, sino que también invita a una reflexión más profunda sobre las interacciones entre Oriente y Occidente a lo largo de la historia.
Un espacio para la creación contemporánea
La Albuquerque Foundation no se limita a la exhibición de piezas históricas; también ofrece un espacio para artistas contemporáneos que trabajan con cerámica. La primera exposición de este tipo presenta al artista afroamericano Theaster Gates, quien combina tradiciones de diferentes continentes en su obra. Gates describe su enfoque como afro-mingei, fusionando elementos de la cultura popular japonesa con su propia herencia. Esta mezcla de influencias refleja la visión de la fundación de ser un punto de encuentro para el arte y la cultura en un mundo globalizado.
Un legado familiar y cultural
La fundación es el resultado de una vida de trabajo del coleccionista Renato de Albuquerque, quien ha reunido no solo una impresionante colección de porcelana, sino también una biblioteca de 1.600 libros sobre el tema. Su nieta, Mariana, expresa el deseo de que esta colección no solo sea un legado familiar, sino también un recurso para futuras generaciones de artistas e investigadores. Con planes de residencias artísticas y proyectos académicos, la fundación se posiciona como un centro de aprendizaje y creación en el ámbito de la cerámica.



