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Un legado de transparencia
Desde 1766, cuando Suecia se convirtió en el primer país en consagrar el acceso a la información pública como un derecho, la lucha por la transparencia ha sido un pilar fundamental en la construcción de sociedades democráticas.
Sin embargo, en Brasil, este principio se enfrenta a un desafío contemporáneo: ¿cómo equilibrar la protección de datos personales con la necesidad de transparencia en los actos del gobierno? Este dilema se ha vuelto más evidente en los últimos años, especialmente tras el informe del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) que reveló que un 30,8% de las solicitudes de información fueron indebidamente clasificadas como «restritas».
La tensión entre privacidad y transparencia
La Ley de Acceso a la Información (LAI) y la Ley General de Protección de Datos (LGPD) son dos normativas que, aunque buscan proteger derechos fundamentales, pueden entrar en conflicto. La LAI garantiza el derecho de los ciudadanos a acceder a información pública, mientras que la LGPD protege la privacidad de los individuos.
Sin embargo, el uso indebido de la LGPD como excusa para ocultar información esencial pone en riesgo la transparencia que la democracia necesita. Este fenómeno no es nuevo; ya en el siglo XVIII, pensadores como Jeremy Bentham argumentaban que la transparencia actúa como un freno a los abusos de poder.
Lecciones de la experiencia internacional
La experiencia de otros países, como Alemania, muestra que la privacidad y la transparencia pueden coexistir. A pesar de contar con leyes de protección de datos desde los años 70, Alemania publica información sobre contratos públicos y salarios de funcionarios, considerándolos de interés colectivo.
En contraste, Brasil ha sido criticado por su falta de apertura, donde el 67,6% de las solicitudes de información son atendidas en primera instancia, pero la tasa de éxito de los recursos cae drásticamente a un 13,9% cuando se niega el acceso. Este cierre del Estado dificulta el escrutinio público y socava la confianza ciudadana.
La importancia de la transparencia en la democracia
La Constitución de 1988 de Brasil establece la publicidad como un principio fundamental de la administración pública. La falta de transparencia no solo afecta la confianza en las instituciones, sino que también puede dar lugar a la corrupción y al abuso de poder. Ejemplos históricos, como el Freedom of Information Act (Foia) en Estados Unidos, demuestran cómo la transparencia puede ser un poderoso aliado en la lucha contra la corrupción. Desde su implementación, el Foia ha permitido la revelación de documentos cruciales que han expuesto irregularidades gubernamentales, como los Pentagon Papers.
El futuro de la transparencia en Brasil
El TCU ha reafirmado su compromiso de velar por el cumplimiento de la LAI, asegurando que la protección de datos no se utilice como un escudo para la opacidad. La frase del juez Louis Brandeis, «la luz del sol es el mejor desinfectante», resuena con fuerza en este contexto. Sin transparencia, la democracia se ve amenazada. Es esencial que Brasil encuentre un equilibrio que permita la coexistencia de la privacidad y el acceso a la información, garantizando así un futuro más justo y transparente para todos.