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Un llamado urgente por la seguridad
En un contexto de creciente violencia, los representantes de los trabajadores de la Companhia de Engenharia de Tráfego (CET) en São Paulo han alzado la voz para exigir medidas de seguridad más efectivas. El reciente asesinato de José Domingos da Silva, un agente de la CET, ha reavivado las preocupaciones sobre la vulnerabilidad de estos profesionales en el ejercicio de sus funciones.
Reno Ale, presidente del sindicato de los trabajadores, ha declarado que la situación es insostenible y que es necesario que los agentes trabajen en parejas para reducir el riesgo de ataques.
Una historia de violencia
El trágico incidente ocurrió en la mañana del 13 de octubre, cuando José fue baleado en la zona oeste de la ciudad.
Este no es un caso aislado; en 1997, otro agente, Vagner de Jesus Freitas, también perdió la vida mientras cumplía con su deber. La historia de violencia contra los trabajadores de la CET es alarmante y refleja un problema más amplio de seguridad en la ciudad.
Según Ale, la disminución del número de agentes, que ha pasado de 5,700 en los años 90 a solo 3,800 en la actualidad, ha dejado a los pocos que quedan en una posición aún más vulnerable.
La necesidad de un cambio
La situación se complica aún más al considerar que, a pesar de un reciente concurso público que aprobó a 500 nuevos empleados, solo 260 han sido llamados hasta ahora. Esto plantea serias dudas sobre la voluntad del gobierno local para abordar el problema de la seguridad de los agentes.
La gestión del alcalde Ricardo Nunes no ha respondido a las demandas del sindicato, lo que genera frustración entre los trabajadores. La Secretaría de Seguridad Pública ha indicado que el ataque podría haber sido el resultado de una discusión entre el agente y un motociclista, lo que subraya la necesidad de un enfoque más proactivo para proteger a los trabajadores en el campo.