La lucha por la reducción de la jornada laboral en Brasil

La jornada laboral en el centro del debate

El 1º de mayo, Día del Trabajador, se perfila como una fecha clave para las centrales sindicales en Brasil, que han decidido manifestarse en São Paulo. Uno de los temas más destacados de esta movilización será la reducción de la jornada laboral. Este reclamo no es nuevo, pero cobra fuerza en un contexto donde los trabajadores, especialmente aquellos en plataformas digitales, están exigiendo cambios significativos en sus condiciones laborales.

Confusión entre jornada y escala laboral

João Carlos Gonçalves, conocido como Juruna y secretario general de la Força Sindical, ha señalado que existe una confusión común entre lo que se considera una jornada laboral y una escala de trabajo. Según él, el modelo 6×1, que implica trabajar seis días y descansar uno, no debe ser confundido con la duración de la jornada. «Seis por uno no es jornada, es escala. Se puede trabajar 4 horas al día y tener un día libre», explica. Esta distinción es crucial para entender las demandas actuales y el enfoque que el movimiento sindical debe adoptar.

Histórico de luchas sindicales

La historia del movimiento sindical en Brasil está marcada por luchas significativas que han logrado avances en la reducción de la jornada laboral. Juruna recuerda que la reducción de 48 a 44 horas semanales fue un logro alcanzado gracias a las negociaciones colectivas, movilizaciones y huelgas. Este derecho fue finalmente incorporado a la legislación durante la Constitución de 1988. «Nuestra fuerza para reducir la jornada pasa por las negociaciones colectivas, y es fundamental que el movimiento sindical aclare esta confusión sobre la escala y la jornada», enfatiza.

El futuro de la jornada laboral

A medida que se acercan las manifestaciones, la presión sobre los sindicatos para que incluyan la reducción de la jornada laboral en las negociaciones colectivas se intensifica. Los trabajadores de plataformas digitales, que a menudo enfrentan condiciones laborales precarias, están al frente de esta lucha. La necesidad de un cambio es evidente, y los sindicatos están llamados a liderar el camino hacia un futuro donde la jornada laboral sea más justa y equilibrada.