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La historia detrás del Día Internacional de la Mujer
El Día Internacional de la Mujer, celebrado el 8 de marzo, tiene sus raíces en las luchas por la igualdad de derechos desde principios del siglo XX.
En 1909, se llevaron a cabo manifestaciones en Nueva York que exigían el derecho al voto para las mujeres. Esta fecha fue oficializada por la Organización de las Naciones Unidas en 1975, convirtiéndose en un símbolo de la lucha por los derechos civiles y la equidad de género.
A lo largo de los años, este día ha evolucionado, pero su esencia sigue siendo la misma: recordar las luchas y logros de las mujeres en todo el mundo.
El Protocolo de Género del CNJ en Brasil
En 2021, el Consejo Nacional de Justicia (CNJ) de Brasil implementó un Protocolo para el Juicio con Perspectiva de Género, un documento que busca transformar la forma en que se aplica la justicia en el país.
Este protocolo se basa en el modelo mexicano y tiene como objetivo garantizar que las decisiones judiciales consideren las desigualdades de género que persisten en la sociedad. La Recomendación CNJ nº 128/2022 y la Resolución CNJ nº 429/2023 establecieron la obligatoriedad de estas directrices, marcando un hito en .
Desafíos y avances en la justicia con perspectiva de género
A pesar de los avances, la implementación del Protocolo enfrenta desafíos significativos. La cultura patriarcal y el machismo siguen influyendo en la interpretación y aplicación del derecho, lo que puede llevar a decisiones sesgadas.
El documento del CNJ reconoce que las mujeres son más vulnerables a diversas formas de violencia, lo que subraya la necesidad de un enfoque más sensible y equitativo en el sistema judicial. La representatividad femenina en los tres poderes del Estado es crucial para abordar estas desigualdades y garantizar que las voces de las mujeres sean escuchadas y respetadas en todos los niveles.
En resumen, el Protocolo de Género del CNJ representa un paso importante hacia la justicia equitativa en Brasil. Sin embargo, es fundamental que tanto los magistrados como la sociedad en general continúen trabajando para desmantelar las estructuras que perpetúan la desigualdad de género. La lucha por la igualdad no es solo una cuestión de derechos, sino una necesidad para construir una sociedad más justa y equitativa para todos.