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El contexto electoral del conurbano
El conurbano bonaerense, con sus 8 millones de habitantes, se ha convertido en el epicentro de la batalla electoral en Argentina. Este año, el peronismo enfrenta una situación sin precedentes, marcada por el miedo a la inseguridad y la presión de los familiares de las víctimas.
La provincia, bajo la administración de Axel Kicillof, se encuentra en una encrucijada que podría definir su futuro político. La tensión entre Kicillof y figuras clave como Cristina Kirchner y su hijo Máximo se intensifica, lo que complica aún más el panorama electoral.
Las estrategias de Kicillof
Con la mirada puesta en las elecciones de 2025, Kicillof busca desdoblar los comicios provinciales de los nacionales. Su objetivo es suspender las PASO, un paso que requiere una mayoría simple en la Legislatura. Para ello, necesita el apoyo de varios bloques, incluyendo al PRO y a los libertarios.
Sin embargo, la gran incógnita radica en cómo reaccionarán los legisladores de Unión por la Patria, quienes están alineados con La Cámpora y Sergio Massa. La presión de Cristina Kirchner para mantener la unidad del partido podría complicar los planes de Kicillof.
Las divisiones dentro del peronismo
Las divisiones dentro del peronismo son evidentes. Mientras algunos intendentes apoyan la idea de desdoblar las elecciones para fortalecer su base local, otros temen que esto debilite el compromiso en las elecciones generales. La figura de Andrés Cuervo Larroque, un militante ultrakirchnerista, se destaca como el cerebro detrás de la insurrección de Kicillof.
Junto a él, economistas como Carlos Bianco también juegan un papel crucial en la estrategia del gobernador. Sin embargo, la falta de consenso entre los intendentes y la presión de La Cámpora podrían obstaculizar cualquier intento de Kicillof de consolidar su poder.
El futuro del peronismo en el conurbano
A medida que se acercan las elecciones, el futuro del peronismo en el conurbano se presenta incierto. La lucha por el control del partido y la necesidad de adaptarse a un electorado cada vez más exigente son desafíos que Kicillof y su equipo deben enfrentar. La estrategia de desdoblar las elecciones podría ser una solución, pero también podría generar más divisiones. En este contexto, la capacidad de Kicillof para unir a su partido y movilizar a sus bases será crucial para su éxito en las próximas elecciones.
