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El inicio de una crisis global
Hace cinco años, el mundo se vio sacudido por la declaración de la pandemia de Covid-19 por parte de la OMS. En el epicentro de esta crisis, Wuhan, una abogada y periodista china, Zhang Zhan, se convirtió en una figura clave al documentar la situación a través de videos en YouTube.
Sus grabaciones mostraban la realidad de hospitales desbordados y la escasez de recursos, ofreciendo una mirada cruda y directa a lo que estaba ocurriendo en su país. Sin embargo, su valentía tuvo un alto costo.
La represión de la libertad de expresión
La labor de Zhang no pasó desapercibida para las autoridades chinas. En mayo de 2020, fue arrestada bajo la acusación de «provocar disturbios», un cargo comúnmente utilizado para silenciar a críticos del régimen de Xi Jinping. En diciembre de ese mismo año, fue condenada a cuatro años de prisión.
Desde entonces, su historia ha resonado en todo el mundo, simbolizando la lucha por la libertad de prensa en un país donde la censura es la norma.
Condiciones inhumanas en prisión
Durante su encarcelamiento, Zhang Zhan inició una huelga de hambre en protesta por su situación.
A pesar de sus esfuerzos, fue alimentada a la fuerza mediante sondas nasogástricas durante meses. Las condiciones en las prisiones chinas han sido objeto de críticas internacionales, con informes que indican que los detenidos enfrentan alimentación mínima y atención médica deficiente.
En 2024, Zhang fue liberada, pero su libertad fue efímera, ya que fue arrestada nuevamente bajo la misma acusación. Actualmente, se encuentra en el Centro de Detención de Pudong, en Shanghái, enfrentando la posibilidad de cinco años más tras las rejas.
Reacciones internacionales y el futuro de la libertad de prensa en China
La detención de Zhang ha generado una ola de reacciones a nivel internacional. Organizaciones como Reporteros Sin Fronteras y Human Rights Watch han expresado su preocupación por las condiciones de los periodistas en China. En el Índice Mundial de Libertad de Prensa, el país ocupa una alarmante 172ª posición entre 180 naciones. La situación de Zhang Zhan es un recordatorio de los riesgos que enfrentan aquellos que se atreven a desafiar al régimen y de la continua lucha por la libertad de expresión en un entorno hostil.