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Un debut lleno de desafíos
El Gran Premio de Australia de Fórmula 1, celebrado en Melbourne, marcó el inicio de la temporada 2025 y fue testigo de un evento sin precedentes: la llegada de Lewis Hamilton a Ferrari, la escudería más icónica de la historia de la F1.
Sin embargo, el resultado no fue el esperado, con Hamilton finalizando en décimo lugar, lo que representa el peor inicio de temporada para Ferrari desde 2009. A pesar de este tropiezo, la atención mediática y la expectativa en torno a la figura del heptacampeón mundial son innegables.
Adaptación a la cultura italiana
La transición de Hamilton a Ferrari no solo implica un cambio de equipo, sino también una inmersión en la cultura italiana. Desde su llegada, se han implementado cambios significativos para facilitar su adaptación.
La fisioterapeuta Angela Cullen, quien ha trabajado con Hamilton durante gran parte de su carrera, ha sido reintegrada al equipo. Además, el piloto ha solicitado un menú especial basado en plantas, lo que ha llevado a la inclusión de opciones veganas en los restaurantes frecuentados por los pilotos.
Esta atención al detalle refleja el compromiso de Ferrari por hacer que Hamilton se sienta como en casa.
Desafíos técnicos y nuevos comienzos
A pesar de la calidez del ambiente, Hamilton enfrenta desafíos técnicos significativos. La configuración del volante y los botones de su nuevo monoplaza son diferentes a lo que ha estado acostumbrado durante su carrera.
La necesidad de adaptarse a un nuevo equipo de mecánicos, en su mayoría italianos, añade otra capa de complejidad. Sin embargo, Hamilton ha demostrado su capacidad de adaptación, incluso tomando clases de italiano para mejorar su comunicación con el equipo. Su ingeniero de pista, Riccardo Adami, quien ha trabajado con otros campeones, será clave en este proceso de ajuste.
Expectativas y presión mediática
La llegada de Hamilton ha elevado las expectativas en torno a Ferrari, y la presión mediática ha aumentado considerablemente. En el circuito de Albert Park, la afluencia de periodistas y fanáticos fue abrumadora, con muchos buscando una foto del piloto británico en su nuevo traje rojo. A pesar de la presión, Hamilton ha declarado que se siente feliz y emocionado por esta nueva etapa en su carrera. Sin embargo, el verdadero desafío comenzará en las próximas carreras, donde el rendimiento del equipo será puesto a prueba en circuitos más convencionales.