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Un panorama preocupante
En Brasil, la judicialización de tratamientos para niños y adolescentes con Trastorno del Espectro Autista (TEA) ha alcanzado niveles alarmantes. Un estudio reciente del Insper revela que cerca del 92% de las acciones judiciales contra planes de salud resultan favorables para los beneficiarios.
Este fenómeno no solo refleja la lucha de muchas familias por acceder a tratamientos adecuados, sino que también pone de manifiesto una crisis en el sistema de salud infantil.
Éxito en tratamientos específicos
Los datos muestran que los tratamientos con mayores tasas de éxito en las demandas judiciales son aquellos relacionados con la fonoaudiología, terapia ocupacional, psicología y equoterapia, todos superando el 94% de éxito.
Sin embargo, otros tratamientos como la terapia psicopedagógica y el acompañamiento terapéutico presentan tasas de éxito significativamente más bajas, lo que genera preocupación sobre la equidad en el acceso a la atención necesaria. Este desbalance resalta la necesidad de una revisión exhaustiva de las políticas de salud y la cobertura de tratamientos para el TEA.
La controversia de la ABA
Un aspecto que ha generado controversia es la aplicación de la Análisis de Comportamiento Aplicado (ABA), una técnica que ha sido objeto de debate por la falta de evidencia científica que respalde su eficacia. A pesar de esto, el 66% de los casos analizados solicitó su uso.
Este hecho plantea interrogantes sobre la calidad y la fundamentación de los tratamientos que se están promoviendo a través de litigios, y si realmente responden a las necesidades de los pacientes o a presiones externas.
Desigualdad en el acceso a la justicia
La investigación también destaca que la mayoría de las acciones judiciales involucran a niños varones, con un 80,7% de los casos, y que la edad promedio de los demandantes oscila entre los dos y cinco años. Sin embargo, no todas las familias tienen la capacidad financiera para emprender acciones legales, lo que crea una brecha significativa en el acceso a la justicia. La diputada estatal Andréa Werner ha señalado que muchas familias enfrentan negativas de cobertura por parte de los planes de salud, lo que agrava la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran.
El papel de la regulación y la legislación
El presidente de la Asociación Brasileña de Planes de Salud, Gustavo Ribeiro, ha indicado que existe un vacío legislativo que alimenta la judicialización. La falta de claridad en las regulaciones permite que se presenten demandas por tratamientos que carecen de evidencia científica, lo que no solo afecta a los planes de salud, sino que también pone en riesgo la salud de los niños. Es fundamental que se establezcan normativas claras que definan qué tratamientos son necesarios y efectivos, basándose en la evidencia científica.
Impacto en la salud infantil
El pediatra José Luiz Setúbal ha enfatizado que la investigación sobre el TEA es crucial para influir en políticas públicas que promuevan buenas prácticas en la salud infantil. La judicialización no solo retrasa el acceso a tratamientos, sino que también impacta negativamente en el desarrollo de los niños. Es imperativo que se tomen medidas para abordar esta problemática y garantizar que todos los niños tengan acceso a la atención que necesitan.