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¿Qué es el IPCA y cómo se mide la inflación en Brasil?
El Índice Nacional de Precios al Consumidor Amplo (IPCA) es la referencia oficial de la inflación en Brasil, pero su cobertura geográfica es limitada.
Este índice es calculado por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), que realiza la recolección de precios en 16 áreas específicas, incluyendo las principales metrópolis como São Paulo y Río de Janeiro. Sin embargo, esto plantea una pregunta crucial: ¿por qué no se mide la inflación en todas las ciudades del país?
Desafíos en la recolección de datos
Ampliar la cobertura del IPCA no es una tarea sencilla. Según Fernando Gonçalves, gerente del IPCA, incorporar nuevas áreas requiere la formación de equipos dedicados exclusivamente a la recolección de datos, lo que implica un considerable esfuerzo logístico y financiero.
En los últimos años, el IBGE ha enfrentado restricciones presupuestarias y una disminución en el número de servidores, lo que ha dificultado la expansión de su cobertura. Esto se ha visto reflejado en el retraso del Censo Demográfico 2022, que también sufrió por estas limitaciones.
Impacto de la falta de cobertura en la economía local
La ausencia de datos de inflación en ciertas ciudades, como Manaus, puede afectar la percepción de la inflación entre los consumidores locales. La economista Wasmália Bivar señala que, aunque el IPCA cubre la mayoría de las áreas pobladas, las ciudades sin recolección de datos pueden experimentar una realidad de consumo muy diferente.
Esto puede llevar a que los gobiernos locales carezcan de información precisa para tomar decisiones económicas informadas. En lugares como Florianópolis, se utilizan índices alternativos como el Índice de Costo de Vida (ICV), que, aunque comparable, no sustituye la necesidad de un índice oficial como el IPCA.
La percepción personal de la inflación
Es importante destacar que cada consumidor puede experimentar la inflación de manera diferente. El IPCA mide una cesta de productos y servicios que puede no reflejar las necesidades específicas de cada hogar. Por ejemplo, una familia que no consume carne roja o que no tiene hijos en edad escolar puede tener un índice personal de inflación muy distinto al oficial. Esto resalta la importancia de entender que la inflación no es solo un número, sino una experiencia vivida que varía de un hogar a otro.