La inacción del estado de Nueva York pone en riesgo la seguridad vial en 2025

La inacción del estado de Nueva York frente a la seguridad vial genera una ola de indignación. Activistas han expresado su frustración tras el anuncio de que la ley Stop Super Speeders, crucial para la seguridad en las calles, no será aprobada este año. Mientras los conductores imprudentes continúan poniendo en peligro vidas, el estado se esconde detrás de excusas que parecen no tener sentido.

Una ley que podría salvar vidas

La propuesta de ley, conocida como S4045/A2299, tenía como objetivo instalar dispositivos en los vehículos de aquellos que acumulan seis o más multas por exceso de velocidad en un año. La idea es simple: evitar que estos conductores superen el límite de velocidad en más de cinco millas por hora. Este enfoque se inspira en una legislación de 2010 que obliga a los conductores ebrios a usar dispositivos que aseguran que no inicien el vehículo si han consumido alcohol. Sin embargo, la resistencia de algunos miembros de la Asamblea ha frustrado el avance de esta medida.

Críticas a la falta de acción

Amy Cohen, presidenta de Families for Safe Streets, no oculta su indignación: “Es escandaloso que la Asamblea esté escondiéndose detrás de excusas ridículas una vez más. Esta es una medida de sentido común que podría salvar vidas”. Estas palabras resuenan con fuerza en un contexto donde las familias siguen sufriendo las consecuencias de accidentes evitables. La negativa a pasar esta ley significa que más familias se unirán al doloroso club de quienes han perdido a sus seres queridos en accidentes de tráfico.

La doble moral de la Asamblea

La situación es aún más irónica cuando se considera que el presidente de la Comisión de Transporte de la Asamblea, William Magnarelli, que expresó preocupaciones sobre el debido proceso para los propietarios de vehículos prestados, ha presentado otros proyectos de ley sobre conductores bajo la influencia de drogas. “No hubo alarmas sobre el debido proceso en esos casos”, señala Cohen, quien perdió a su hijo en un accidente causado por un conductor que excedía la velocidad.

Un problema que no puede ignorarse

La tecnología para controlar la velocidad ya ha sido probada con éxito. Un piloto en una ciudad demostró que los conductores mantuvieron la velocidad dentro de los límites el 99% del tiempo. Además, en la Unión Europea, se requiere que todos los vehículos nuevos vendidos cuenten con limitadores de velocidad. La pregunta que queda es, ¿por qué Nueva York se queda atrás en esta cuestión crítica de seguridad vial?

Consecuencias fatales

La falta de acción legislativa tiene un costo humano. Si la ley Stop Super Speeders hubiera sido implementada, es probable que se hubieran evitado tragedias recientes, como el caso de una madre y sus dos hijos asesinados por un conductor reincidente en Brooklyn. Las familias siguen en riesgo, y el director ejecutivo de Transportation Alternatives, Ben Furnas, advierte que “las familias de Nueva York seguirán estando en peligro cada día” si esta inacción persiste.

Un llamado a la acción

La falta de transparencia en las decisiones legislativas ha dejado a muchos en la oscuridad. Los grupos de vigilancia como Reinvent Albany apuntan a intereses ocultos que impiden el avance de estas leyes de seguridad. “Es evidente que hay voces que influyen en la dirección que toma la Asamblea”, afirma Rachael Fauss, asesora de políticas de esta organización. La falta de debates abiertos y el secretismo solo alimentan la frustración de quienes buscan un cambio.

El tiempo sigue pasando y las vidas continúan en riesgo. La pregunta es, ¿cuánto tiempo más tolerará Nueva York esta situación antes de que las voces de las víctimas sean finalmente escuchadas?