Table of Contents
En un mundo donde el cambio climático y la escasez de agua son realidades cada vez más presentes, el riego sostenible se convierte en una herramienta crucial para la agricultura. En Argentina, donde la producción agrícola es un pilar de la economía, la implementación de técnicas de riego responsables es vital para asegurar la productividad y la sostenibilidad del sector.
Desafíos del riego en el contexto actual
El riego en Argentina enfrenta múltiples desafíos, desde la calidad del agua hasta la disponibilidad de recursos energéticos. Según el Ing. Agr. Aquiles Salinas, director del INTA Manfredi, el uso de agua de calidad es fundamental.
“Si la fuente de agua es un acuífero, siempre contiene sales, lo que puede ser riesgoso si no se gestiona adecuadamente”, explica Salinas. Esto resalta la necesidad de un enfoque cuidadoso y sostenible en la gestión del agua para evitar la salinización de los suelos.
Innovaciones tecnológicas y energías alternativas
La tecnología juega un papel crucial en la modernización del riego. La adopción de energías alternativas se presenta como una solución viable para aquellas zonas donde la infraestructura eléctrica es limitada.
Esto no solo facilita la implementación de sistemas de riego, sino que también reduce la dependencia de fuentes de energía no renovables. Además, el acceso a créditos accesibles, como los que ofrece Banco Nación, permite a los productores invertir en equipos de riego sin la presión inmediata de los pagos, lo que fomenta una adopción más amplia de estas tecnologías.
Impacto del riego en la productividad agrícola
Los beneficios del riego son evidentes en los resultados productivos. En el centro de Córdoba, donde se ha aplicado riego durante 27 años, se ha observado un incremento del 60% en la producción de granos por hectárea en comparación con el secano. “Estamos hablando de 12 mil kilos contra 18 mil kilos por hectárea en las rotaciones”, afirma Salinas. Este aumento en la productividad no solo beneficia a los agricultores, sino que también contribuye a la seguridad alimentaria del país.
El futuro del riego en Argentina
Mirando hacia el futuro, Argentina busca expandir el área de riego de 2,5 millones de hectáreas a 5 millones en el corto plazo. Esto implica un esfuerzo conjunto entre el sector privado y el público para mejorar la infraestructura y la eficiencia del riego. Además, se están explorando nuevas fuentes de agua, incluyendo el uso de aguas residuales, una práctica que ya se está implementando en países desarrollados. Esta estrategia no solo optimiza el uso del agua, sino que también puede servir como fertilizante, promoviendo un ciclo de producción más sostenible.