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Un faro de esperanza en el aire
Durante 15 años, los sábados por la mañana, la comunidad adventista del Vale do São Francisco se unía en torno a la voz inconfundible de Antônio Ferreira. Su programa «Fonte da Esperança» en la Ponte FM no solo era un espacio de noticias, sino un verdadero refugio espiritual para sus oyentes. Con una voz que resonaba con calidez y sinceridad, Ferreira comenzaba cada emisión saludando a sus fieles, anotando nombres y enviando saludos personalizados. Este gesto de cercanía y conexión era solo el inicio de un programa que combinaba reflexiones profundas, oraciones y música de alabanza, creando un ambiente de comunidad y fe.
Un hombre de familia y fe
Nacido en 1959 en Petrolina, Antônio Ferreira fue el séptimo de ocho hijos en una familia trabajadora. Desde joven, su vida estuvo marcada por la fe, que se intensificó al unirse a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Allí, conoció a Marli, con quien compartió su vida y formó una familia. Juntos, criaron a tres hijos, inculcándoles valores de amor y servicio. Ferreira no solo fue un padre presente, sino también un esposo devoto, que mantenía la tradición de los cultos familiares, donde la lectura de la Biblia y la reflexión eran parte esencial de su día a día.
Un legado de servicio y dedicación
Además de su labor en la radio, Antônio Ferreira se destacó como un pilar de apoyo en su comunidad. Tras su jubilación, dedicó su tiempo a ayudar a quienes enfrentaban dificultades legales, utilizando su experiencia como técnico judiciario para ofrecer orientación y apoyo. Su hijo, Mharllon, recuerda cómo su padre encontraba alegría en ayudar a otros, convirtiéndose en un referente de bondad y generosidad. Ferreira falleció el 18 de enero, pero su legado perdura en cada vida que tocó, en cada oración que ofreció y en cada melodía que compartió. Su historia es un recordatorio de que el verdadero impacto de una vida se mide por el amor y el servicio hacia los demás.