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Los inicios humildes de Harland Sanders
Harland David Sanders nació en 1890 en una familia de escasos recursos en Henryville, Indiana. Desde muy joven, la vida le presentó desafíos significativos, incluyendo la muerte de su padre cuando él solo tenía cinco años.
Esto obligó a Sanders a asumir responsabilidades en el hogar, ayudando a su madre que trabajaba arduamente para mantener a la familia. A los 12 años, abandonó la escuela para trabajar en la granja familiar, enfrentándose a un entorno familiar complicado que incluía el maltrato por parte del nuevo esposo de su madre.
Un camino lleno de obstáculos
La vida de Sanders estuvo marcada por una serie de trabajos inestables y fracasos empresariales. Desde conductor de trenes hasta vendedor de seguros, su trayectoria laboral era un reflejo de su lucha constante por encontrar su lugar en el mundo.
A pesar de sus múltiples intentos, la estabilidad parecía esquiva. Sin embargo, su pasión por la cocina lo llevó a abrir un pequeño restaurante en la parte trasera de una gasolinera en Corbin, Kentucky, donde comenzó a vender su famoso pollo frito.
El surgimiento de Kentucky Fried Chicken
La calidad de su comida y su dedicación al servicio al cliente rápidamente hicieron que su pequeño negocio se volviera popular entre los camioneros y viajeros. En 1936, Sanders fue nombrado “Coronel” de Kentucky, un título honorífico que consolidó su reputación.
En 1940, patentó su famosa receta de pollo frito, que incluía una mezcla secreta de 11 hierbas y especias. Sin embargo, el éxito no llegó sin dificultades. La Segunda Guerra Mundial y la construcción de nuevas carreteras amenazaron su negocio, llevándolo a la ruina económica.
La reinvención de un ícono
A pesar de sus problemas financieros, Sanders no se rindió. Con más de 60 años, decidió recorrer el país para vender su receta a otros restaurantes. Su carisma y habilidades de marketing lo ayudaron a establecer franquicias, y en 1952, Kentucky Fried Chicken comenzó a expandirse rápidamente. En solo unos años, Sanders había convertido su sueño en una franquicia exitosa, con cientos de establecimientos en Estados Unidos y Canadá.
El legado de Harland Sanders
En 1964, Sanders vendió KFC por 3 millones de dólares, pero continuó siendo la cara de la marca. A pesar de los cambios en la administración, su imagen y su receta secreta siguieron siendo fundamentales para el éxito de la empresa. Harland Sanders falleció en 1980, pero su legado perdura. Hoy en día, KFC es una de las cadenas de comida rápida más grandes del mundo, con miles de restaurantes en todo el planeta, generando miles de millones de dólares en ingresos anuales.
